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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
El vicecoordinador de la bancada del PRI en el Senado, Miguel Romo Medina, dijo que los centroamericanos que huyen de la violencia de pandillas en sus países forman un flujo migratorio creciente que pasa por México.
Propuso que a los miles de extranjeros que pasan de manera irregular se les facilite información para que puedan optar por obtener la calidad de refugiados.
Tan sólo de Centroamérica, ocho de cada 10 indocumentados que pasan por México, la gran mayoría hacia Estados Unidos, han salido de sus países por causa de la violencia de pandillas que ponen en peligro sus vidas, explicó Romo Medina.
“Es imparable el flujo de migrantes irregulares que arriesgan sus vidas al utilizar canales y vías migratorias peligrosas”, afirmó el legislador, quien llamó la atención sobre este problema en el que se impone que México aplique medidas consistentes con su tradición histórica de cobijo y refugio.
México es una de las naciones más solidarias y responsables en América, en la atención y respeto a los derechos de los extranjeros, sea cual sea su estatus migratorio, anotó el senador por Aguascalientes, entidad, dijo, de tránsito hacia Estados Unidos.
Señaló que se debe tener en cuenta que los migrantes son vulnerables y presas fáciles para grupos que se dedican al tráfico ilegal de personas, así como del crimen organizado.
La Organización Internacional para las Migraciones, detalló Romo Medina, aporta información en el sentido de que en México residen 1.2 millones de migrantes regulares de todo el mundo, mientras que de los indocumentados sólo se tienen datos estimados, y se considera que cada año se internan por la frontera sur 150 mil personas, en forma clandestina, con el propósito de llegar a Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha dado cuenta de que 95% de los migrantes irregulares que se alojan en estaciones migratorias provienen de Centroamérica; son personas que huyen de la delincuencia de las pandillas en su país.
Romo Medina informó que México ha brindado protección a extranjeros, con base en una política de cobijo y recepción de personas en riesgo por motivos ideológicos, políticos, religiosos y que tuviesen que abandonar su país buscando paz y estabilidad.
