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Tres hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y sus dos ex esposas aparecen en las fichas criminales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como designados y vinculados a operaciones con el Cártel de Sinaloa.
Los nombres de los hijos de Guzmán Loera fichados son los hermanos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo, y su medio hermano Ovidio.
El Chapo tuvo tres parejas con quienes procreó nueve hijos. Su primera esposa fue Alejandrina María Salazar Hernández, mamá de Jesús Alfredo, Iván Archivaldo y César.
Según la información publicada en el portal oficial, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, quien fue secuestrado junto con otro grupo de personas el pasado lunes en un restaurante ubicado en Puerto Vallarta, e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, de 35 años, tienen reportadas actividades criminal con el Cártel de Sinaloa y por ello, desde 2012 están incluidos en la lista de presuntos criminales con actividades en el tráfico de drogas.
Su inclusión prohíbe a los estadounidenses realizar transacciones financieras o comerciales con ellos o cualquiera de las empresas o negocios vinculados al Cártel de Sinaloa, que lidera El Chapo Guzmán.
En la misma ficha fue publicado el nombre y foto de Víctor Manuel Félix Beltrán, cuñado de Jesús Alfredo, de 29 años, quien fue agregado en enero de 2015 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) vinculado a hechos ilícitos con sus familiares políticos.
Iván Archivaldo, El Chapito, fue detenido por autoridades mexicanas en 2005; fue acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita y estuvo preso en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, El Altiplano, pero obtuvo su libertad en 2008 por falta de pruebas.
La Fiscalía Federal de Distrito Sur de California presentó cargos en su contra el 16 de enero de 2015 y acusó a otros integrantes del cártel de introducir a Estados Unidos grandes cantidades de cocaína, marihuana, metanfetaminas y heroína.
Su hermano Jesús Alfredo fue acusado en 2009 de tráfico de drogas por el Tribunal de Distrito Norte de Illinois Estados Unidos. El Departamento del Tesoro señala que los hermanos no sólo son operadores, son líderes en la organización delictiva.
En 2012, su mamá, (primer cónyuge de El Chapo), fue señalada por las autoridades como uno de los elementos clave en el Cártel de Sinaloa.
La segunda esposa del capo fue Griselda López Pérez y de esta relación nacieron Griselda Guadalupe, Joaquín, Édgar y Ovidio. A este último y a su mamá los acusaron en 2012, de formar parte del mismo grupo que encabeza El Chapo y de tener actividad para el tráfico de drogas. A López Pérez la describen como una persona que ayudó a su esposo a ocultarse, según la información de las fichas.
El portal del Departamento de Tesoro de EU publicó la ficha de Ovidio como uno de los lugartenientes del grupo criminal. En la página de Internet se menciona que Ovidio, de 26 años, es clave en el grupo que lidera su padre El Chapo.
Aunque se sabe poco de Ovidio, las investigaciones señalan que está involucrado en el negocio de las drogas. Édgar, hermano de Ovidio, murió baleado en 2008 cuando tenía 22 años. La información describe que hubo un enfrentamiento con supuestos sicarios del Cártel de los Beltrán Leyva en el estacionamiento de un centro comercial en Culiacán, Sinaloa. Su novia lo identificó.
El Departamento del Tesoro advierte que todos los bienes propiedad de las personas citadas que estén en Estados Unidos o bajo control de cualquier estadounidense, quedan congelados y a los ciudadanos de aquel país les queda prohibido hacer cualquier tipo de transacción con ellos.
La tercera y actual esposa es Emma Coronel Aispuro, sobrina de su ex cómplice Ignacio Coronel, Nacho Coronel, quien en 2011 dio a luz en Los Ángeles a las gemelas María Joaquina y Emali Guadalupe.
Las últimas dos reaprehensiones de El Chapo se facilitaron porque el capo estuvo con sus gemelas. El 22 de febrero de 2014 fue atrapado en un departamento de Mazatlán cuando se despedía de las niñas antes de esconderse en la sierra; el 8 de enero de 2016 cayó después de que la PGR siguió una pista que dejaron sus cómplices cuando regresaron a Almoloya, Estado de México, para recuperar un simio que las gemelas olvidaron por la urgencia de salir rumbo a Sinaloa cuando él se fugó de El Altiplano, lo que llevó a las autoridades al Triángulo Dorado donde se había ocultado.
