Más Información
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
PAN exige renuncia de Rubén Rocha Moya; Claudia Sheinbaum sigue protegiéndolo en “complicidad vergonzante”
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
“Mi papá no se siente bien”, dijo Johana, hija de Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, fundador del Cártel de Guadalajara, quien pasó su primera noche fuera del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, en su nuevo domicilio ubicado en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México.
La Hacienda Vallescondido, uno de los lugares más exclusivos en ese municipio mexiquense, tiene un nuevo vecino, el narcotraficante que fuera socio de Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo en la década de los 80.
Antes de las 3:00 horas de ayer, un convoy de la Policía Federal apoyado por otras corporaciones policiacas locales arribó a la zona esmeralda de Atizapán, muy cerca del Condado de Sayavedra, donde en 2010 la Armada de México buscaba a Édgar Valdez Villarreal, La Barbie.
Habitantes de la zona comentan que aun y con la presencia de Fonseca Carrillo, el día transcurre como cualquier otro. En el interior del complejo residencial, la poca presencia de la Policía Federal no molesta.
La primera noche en casa, luego de 31 años de estar en una prisión, fue difícil, sus 19 padecimientos le complican su salud. “Pero ya está en casa”, dice su hija. Ahí permanecerá los siguientes nueve años hasta cumplir su sentencia de 40 años de prisión por la muerte del policía de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena Salazar, y del piloto Alfredo Zavala Avelar.
Ernesto Fonseca Carrillo, de 86 años, no podrá salir, pero sí recibir visitas y podrá hacer llamadas telefónicas. Además, recibirá cada semana la visita de una trabajadora social. Su familia tendrá la oportunidad de suministrarle el medicamento que necesita.
En la desviación a Hacienda Vallescondido, una patrulla municipal y una cinta con la leyenda “precaución” es lo que se puede observar a simple vista.
En la entrada del complejo con casas valuadas hasta en 20 millones de pesos hay tres policías de vigilancia —lo normal dicen los vecinos— acceso controlado y circuito cerrado, pero lo que cambió es que a los trabajadores ahora se les revisan sus pertenencias antes de ingresar.
El operativo federal es discreto, pero la circulación a personas ajenas al lugar no se permite. Si alguien desea ingresar debe ser con la autorización del habitante al que supuestamente visitará.
Don Neto pudo dormir en su cama, levantarse, caminar por todo el inmueble sin ninguna restricción, sin estar en una celda, pero llegó cansado por el traslado de Guadalajara al Estado de México. En la vivienda no hay presencia de la Policía Federal, la seguridad es en el exterior del inmueble. Entre las medidas está la vigilancia personal y de circuito cerrado las 24 horas, usa un brazalete electrónico y es monitoreado desde un centro especial.
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS), a través del Órgano Administrativo Desconcentrado, Prevención y Readaptación Social, adecuaron la casa con todas las medidas de seguridad para que Ernesto Fonseca pudiera ser trasladado y cumplir con la resolución de un tribunal federal que autorizó la prisión domiciliaria.
“En apego a la resolución judicial, se instruyó que Fonseca Carrillo continúe el proceso de compurgación de la pena por el delito que se le sentenció de manera domiciliaria, una vez que se hicieron adecuaciones de seguridad al inmueble ordenado por el juez”, informó en un comunicado.
Johana Fonseca, hija de quien fuera líder del Cártel de Guadalajara viajará en los próximos días al Estado de México para reencontrarse con su padre fuera de la cárcel. En caso de que Don Neto quiera salir de prisión domiciliaria tendrá que esperar a cumplir los 95 años de edad.
El 7 de abril de 1985, el narcotraficante sinaloense fue detenido por elementos del Ejército en Puerto Vallarta, Jalisco.