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janet.merida@eluniversal.com.mx
No tenía ni 10 años cuando Gerardo Ortiz hacía sonar su voz de niño en el género regional mexicano.
Nació en 1989 en Pasadena, California. Para 1998 veía la luz el disco Encuentro de amor en el que se unían lo mismo temas de amor infantil como Sabes, otros dedicados al abandono de su progenitor titulado A mi padre y corridos que retratan el narcotráfico y que años más tarde le darían fama en Estados Unidos y México como El cerco y Pista en la sierra.
“Póngase al tiro cuñado y llene los cargadores, junte a toda la plebada y tráigase a los mejores, vamos alto para el cerco, a esta bola de cabrones” se escucha en la primera, mientras que la segunda reza “[la Federal] Llegan ajustando a los trabajadores diciendo ‘la quieren para traficar’, quién es El Macizo, quiero que me digan porque pa’ las celdas van a caminar, o sólo que traigan de los que me gustan, con eso todito se puede arreglar”.
Ese mismo año otro disco salió titulado El hijo abandonado y La Pasadita, donde se anunciaba: “Gerardo Ortiz, el hijo de Sinaloa”, puesto que pese a nacer en EU, fue criado en Culiacán.
La proyección en la pantalla abierta la logró después, cuando aún siendo niño participó en la primera edición del reality show Código Fama, en la que por cierto también estaba Diego Boneta, Miguel Martínez y María Chacón. Un video disponible en YouTube muestra a Gerardo junto al conductor de esa edición, Ernesto Laguardia, presentándolo para cantar La del pelito chino.
Acabó el programa pero ahí no terminó su carrera, puesto que siguió haciéndose de fama por su voz y letras hasta lograr colocarse como referente obligado a la hora de hablar de narcocorridos.
De su álbum de estudio Ni hoy ni mañana se desprenden temas como Los duros de Colombia, donde el nombre de Escobar aparece o El equipo de El Mayo. Con su disco Entre Dios y el Diablo lanzó temas como Leyenda Caro Quintero y dedicó el material discográfico y una canción a su primo Ramiro Caro, asesinado durante un atentado en Colima hacia el cantante en el que fallecieron dos personas.
El hecho ocurrió cuando se dirigían a su hotel, luego de un concierto en este lugar, cuando fueron abordados por un comando armado con rifles AK-47.
Más adelante, en 2012, su disco El Primer Ministro, con la canción del mismo nombre haría referencia a La Tuna, poblado perteneciente a Badiraguato de donde es originario El Chapo Guzmán.
Para 2013, Gerardo sorprendía al recibir 13 nominaciones a los Premios Billboard, luego de varios años de sobresalir entre las menciones de este premio.
En esa ocasión dejó por debajo a la fallecida Jenny Rivera, con 10. Entre las categorías en las que figuraba se encontraban álbum masculino del año, canción regional mexicana del año con Amor confuso, solista regional mexicano y compositor del año.
Para este 2016, Gerardo era nominado en el mismo certamen en las categorías Top Latin Álbum del año por Hoy más fuerte, nominación que compartió con Juan Gabriel, Maná y Ricky Martin. Premio que finalmente se llevó el michoacano Juan Gabriel.
El premio que sí se llevó es el de álbum regional mexicano por la mismo producción integrada por canciones como Fuego cruzado y Fiesta en el dorado.
De este mismo disco saldría toda la polémica en la que hoy se encuentra envuelto Gerardo Ortiz, pues el tema Fuiste mía, grabado en 2015, haría voltear hacia él los ojos de la opinión pública al retratar en el video una infidelidad de su novia que cobró metiéndola en la cajuela de un auto e incendiándolo.
En marzo de 2016 se lanzó a través de la plataforma Change.org una petición para YouTube y VEVO bajaran el video por incitar al feminicidio. Después, la Secretaría de Gobernación refirió su rechazo por incitar a la violencia contra la mujer.
El 7 de abril, la fiscalía de Jalisco intervino con una orden de presentación por un posible vínculo existente entre la delincuencia organizada y el lugar que utilizó para grabar el video. Dos días después YouTube retiró el video de la plataforma en el canal oficial del cantante, pero no así de otros canales en los que aún se puede ver.
“Ese video es sólo ficción” diría Gerardo en una rueda de prensa en abril pasado al respecto y que nadie había salido lastimado al realizarlo. Pero no bastó su explicación a un país que vive una fuerte oleada de violencia de género. Tampoco bastó que en junio pasado lanzara su nuevo video titulado Millones de besos en el que cambiaba su discurso totalmente.
El 22 de abril declaró ante las autoridades por varias horas, pero finalmente el 5 de mayo pasado la fiscalía obtuvo una orden de arresto para que ratificara su declaración. El 17 de julio, en el aeropuerto, Gerardo fue detenido.