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El ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), afirmó que el Poder Judicial de la Federación ha tomado la vanguardia y es un paradigma y ejemplo a seguir en la operación del sistema penal en todo el país.
Luego de inaugurar el congreso nacional “El nuevo sistema de justicia penal desde la óptica del juicio de amparo (interacción de sistemas para una adecuada implementación)”, llamó a jueces y magistrados federales a construir los nuevos derroteros en beneficio de la sociedad.
Aguilar Morales pidió que “con esa responsabilidad pero también con ese orgullo véanlo, trabajen, reflexionen y saquemos adelante nuestra responsabilidad”.
La justicia federal, dijo, ha cerrado un ciclo en el devenir de la reforma penal y abre otro que está marcado por la responsabilidad con la que ha actuado de cara a la sociedad.
Aseguró que el Poder Judicial de la Federación refrenda su compromiso con la interpretación, modificación e innovación de criterios que impone el nuevo sistema de justicia, en el que sólo con la capacidad reflexiva de los jueces federales se inclinará la balanza hacia el lado de la oportunidad en detrimento del riesgo.
En un comunicado de prensa, indicó que para el CJF estos son tiempos para estar interesados y comprometidos en coadyuvar directa y significativamente en lo que habrá de ser la construcción de los nuevos derroteros y de su señalización de cara al futuro.
“La implementación del nuevo sistema comenzó con la reforma de 2008 y proseguirá de la mano de las generaciones por venir que tomen el relevo de los juzgadores aquí presentes una vez que hayan terminado en su noble tarea”, expuso el ministro.
“Hermanados unos y otros por las sucesivas épocas de la jurisprudencia que aquí imaginamos, esbozamos y delineamos y que ellos habrán de continuar, engrosar y ramificar”.
Aguilar Morales subrayó que el Poder Judicial ha dado el primer paso en un territorio nuevo, delineado en las leyes, pero que apenas empieza a transitarse en su interpretación.
Llamó a los juzgadores a que en cada una de las trincheras reconozcan un horizonte de posibilidades para replantear, modificar e innovar. “Es necesario reflexionar que toda oportunidad tiene su contrapunto en el riesgo. Que acierto y error van hermanados cuando se tiene la necesidad de emprender un camino trazado pero que aún no se ha andado”.