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En los últimos 11 años las sanciones impuestas por la Secretaría de Gobernación (Segob) a ministros de culto y a iglesias por infringir la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público han sido mínimas, puesto que sólo cinco sacerdotes fueron castigados con apercibimiento por infracciones relacionadas con proselitismo político.
Entre 2004 y 2015 la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Segob sancionó con apercibimiento (advertencia de que el destinatario será sancionado si no cumple con lo requerido) y multa, de hasta 20 mil salarios mínimos, a dos sacerdotes del total; los cinco, con apercibimiento y sólo un templo fue clausurado, revela la solicitud de información realizada por EL UNIVERSAL.
El documento detalla que los cinco sacerdotes sancionados sólo con apercibimiento infringieron el artículo 14 que establece que los ministros de culto no pueden asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo político; tampoco podrán ser votados para puestos de elección popular ni desempeñar cargos públicos superiores a menos que se separen de su ministerio entre cinco y tres años antes de la elección, según el caso.
Violaron el artículo 29 en su fracción I, el cual indica que constituye una infracción a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público asociarse con fines políticos, así como realizar proselitismo o propaganda de cualquier tipo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política algunos.
Los prelados castigados con apercibimiento y multa infringieron los artículos 9, en su fracción VI, respecto al uso exclusivo, para fines religiosos, de bienes propiedad de la nación; el 29, fracción XII, el cual señala que los ministros de culto, asociados, representantes de las asociaciones religiosas, así como el personal que labore en ellas, deberán informar de manera inmediata a la autoridad correspondiente la probable comisión de delitos; en el caso de que el ilícito sea cometido en contra de menores de edad, deberán informar a quienes tengan la patria potestad.
Mientras tanto, el templo clausurado infringió los artículos 9, en su fracción VI, que se refiere al uso exclusivo, para fines religiosos, de bienes propiedad de la nación, y el artículo 20, que establece que las asociaciones religiosas registrarán ante la Segob y Cultura son los responsables de templos y bienes que sean monumentos históricos, quienes estarán obligados a preservarlos.
El documento entregado no especifica los años en los que se aplicaron las sanciones ni detalla los nombres de los ministros de culto castigados.
El artículo 32 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público establece las sanciones que para los ministros de culto que incurran en alguna falta, como es el apercibimiento. En ese caso la multa es de hasta 20 mil días de salario mínimo general vigente en la Ciudad de México, así como la clausura temporal o definitiva de un local destinado al culto público.
EL UNIVERSAL publicó en julio de 2008 que entre 2000 y 2007 la Segob multó a 36 ministros de culto, clausuró un templo, apercibió a cuatro sacerdotes católicos y sólo requirió información al obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera Ochoa, por participar en la promoción del voto en las elecciones presidenciales del 2006.
En la edición de ayer, El Gran Diario de México también publicó que seis obispos promovieron el voto de castigo contra el PRI en las elecciones del 5 de junio, puesto que previo a la jornada electoral el clero realizó una campaña contra las iniciativas presidenciales sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y la aprobación de la adopción para parejas gay.
Algunos de forma abierta, otros de forma velada, pero los representantes de la Iglesia católica en los 14 estados donde se realizaron elecciones el domingo pasado exhortaron a los feligreses a acudir a votar y optar por quienes garantizaran el bien común.
Los obispos que presuntamente promovieron el voto en contra del tricolor son el emérito de la Arquidiócesis de Xalapa, Sergio Obeso Rivera; el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios; el obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, el obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón; el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez; el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, y el arzobispo de Durango, José Antonio Fernández Hurtado.
En Chihuahua, la Iglesia católica llamó a no votar por el PRI y varios sacerdotes pidieron a la ciudadanía emitir el sufragio en contra de aquellos políticos que no defienden la familia.
