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Joaquín El Chapo Guzmán fue trasladado a esta frontera a un par de semanas de que las autoridades aseguraron que su organización criminal fue fuertemente afectada tras la captura de su líder local, Pedro Enrique Ojeda.
De acuerdo con la Fiscalía del Estado, Ojeda, conocido como El Chihuahua, era el lugarteniente de Guzmán Loera en el estado y controlaba el trasiego de drogas desde la región serrana hasta Estados Unidos, tenía a su cargo la venta de enervantes del grupo en las ciudades de Chihuahua y Juárez, por lo que su captura debilitó drásticamente la estructura de la banda criminal.
Ojeda también era el responsable de disputar la plaza fronteriza al grupo denominado La Línea, que es el brazo operativo del Cártel de Juárez.
Ambas agrupaciones han mantenido una lucha cruenta por años, que hizo que entre 2008 y 2010 Juárez fuera considerada la ciudad más violenta del mundo, con un índice de homicidios que superó 500 casos por mes.
Hasta la fecha, el número de homicidios derivados de la lucha entre los dos cárteles es notablemente inferior a la de esos años y, según autoridades, apenas se mantiene un promedio de entre 10 y 12 homicidios relacionados con el crimen al mes.
Hace poco más de un año, el gobierno afirmó que “el Cártel de Juárez desapareció al 100% y el de Sinaloa en 90%, según se informó a finales de abril de 2015.