La actriz y empresaria Kate del Castillo está dispuesta a acudir ante la Procuraduría General de la República (PGR) porque no tiene “nada que esconder”, sólo que asistirá a declarar cuando tenga garantías legales.
En su único encuentro en persona, Kate del Castillo le dijo a Joaquín El Chapo Guzmán que la película que iba a rodar sobre su vida podría ayudar a reparar el daño de las víctimas de la delincuencia organizada.
“Nuestro proyecto también va a servir para resarcir de alguna forma a las víctimas del crimen organizado, amigo. ¿Cómo ves?”, dijo la empresaria al líder del Cártel de Sinaloa en su encuentro el pasado 2 de octubre en las cercanías de Cosalá, en el noroeste de México.
Del Castillo explicó que ante esta pregunta el narcotraficante respondió: “Amiga, tienes un gran corazón, eso me parece muy bien”.
En esa conversación a solas —sin la presencia del actor Sean Penn ni de los productores que viajaron con ella—, Del Castillo le pidió a El Chapo que no se olvidara de lo que le pidió en su cuenta de Twitter en 2012.
“Tú puedes hacer el bien, eres un hombre poderoso”, le dijo a Joaquín Guzmán Loera.
Fue precisamente la carta publicada por Twitter la que despertó el interés de El Chapo en la actriz, famosa por interpretar a una narcotraficante en la serie La Reina del Sur.
Tras la charla, El Chapo le indicó que por seguridad no dormía con sus invitados, la abrazó y le agradeció haberle dado “unas horas de felicidad”.
Del Castillo es investigada por la PGR para saber si recibió dinero del capo para la película que se haría sobre su vida o para la venta de una marca de tequila. “Mi intención siempre fue hacer una película. Nunca he recibido dinero del señor Guzmán [sic] ni para la realización del proyecto ni para la empresa Honor del Castillo. Tenía dos opciones: quedarme callada o hablar, y decidí hablar”, relata en una carta publicada en la revista Proceso.
Denunció que se ha “satanizado” un proyecto “eminentemente periodístico”. En la carta titulada El día que conocí a Guzmán Loera, la actriz reiteró que desconocía que Sean Penn pretendía escribir un artículo para la revista Rolling Stone hasta que se lo comentó el capo. Afirmó que vio comprometido el proyecto de su película tras enterarse que El Chapo se había fugado, en julio de 2015, del penal de El Altiplano.