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Un trabajo de alta inteligencia del gobierno federal, que inició desde hace 180 días para recapturar a Joaquín El Chapo Guzmán y que se intensificó durante el último mes, permitió estrechar un cerco en torno al capo, instalado de nuevo en Sinaloa, su bastión de poder.
Aun con la protección de sus sicarios y los túneles de la red pluvial que de nuevo utilizó para intentar evadirse, en esta ocasión las fuerzas federales lograron atraparlo.
El líder del Cártel de Sinaloa, quien se evadió el 11 de julio de 2015 del penal de alta seguridad de El Altiplano, fue detenido seis meses después junto con su jefe de seguridad Orso Iván Gastélum Cruz, El Cholo, tras un enfrentamiento y una persecución que se prolongó por seis horas.
Después del mediodía, el presidente Enrique Peña Nieto publicó un tuit en el que dio a conocer a los mexicanos: “Misión cumplida”.
“Este es un logro de nuestro país, esta es una respuesta de Estado”, dijo Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación.
La pretensión de realizar una película autobiográfica y su afición por los túneles fueron las dos pistas que facilitaron la detección de Joaquín Guzmán Loera la madrugada del viernes, reveló la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez.
Detalló que al seguir estos indicios las acciones de inteligencia nacional permitieron descubrir que el capo abandonó su guarida en la zona serrana de Sinaloa para esconderse en una área urbana y el 7 de enero llegó a Los Mochis, a una casa de seguridad, donde las fuerzas federales lo ubicaron y se alistó la operación.
Elementos de las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y Policía Federal incursionaron en la residencia, donde se registró un primer enfrentamiento y en el que cinco sicarios de su primer círculo de seguridad fueron abatidos, seis más fueron detenidos y un marino resultó herido.
Para escapar, el capo y El Cholo se introdujeron en los ductos de la red pluvial de la ciudad —“lo cual ya estaba previsto” por las autoridades, de acuerdo con la titular de la PGR—, ante lo cual, fuerzas federales los siguieron a través de los túneles y los rastrearon en una carretera hasta lograr su arresto, cerca de las 10:30 horas.
Guzmán Loera ingresó de nueva cuenta al penal de máxima seguridad de El Altiplano del cual se evadió, sólo que esta vez fue reforzado con pisos especiales para impedir que protagonice otra fuga como la de hace seis meses, a través de un túnel; la red que en esa ocasión planeó el escape fue desarticulada y sus integrantes, detenidos.
El Chapo continuará sus procesos penales, en tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores define si autoriza su extradición a Estados Unidos.
