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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) manifestó que la detención de tres integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos vinculados a la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa permitirá, sin duda, avanzar en el esclarecimiento de los hechos.
El organismo federal recordó que uno de los detenidos forma parte de los 19 inculpados en este caso, que son de quienes la comisión planteó a la instancia ministerial federal determinar su participación criminal en dichos acontecimientos.
Indicó que estas capturas se inscriben en el avance del cumplimiento de dos de sus Observaciones y Propuestas formuladas a la Procuraduría General de la República el 23 de julio pasado, identificadas con los numerales 5 y 23, contenidas en el documento Estado de la investigación del caso Iguala.
El pasado 22 de enero la Comisión Nacional de Seguridad informó que fueron detenidos tres integrantes del grupo Guerreros Unidos relacionados con la desaparición de los 43 normalistas, uno de ellos vinculado con el homicidio de Julio César Mondragón, estudiante que fue desollado el 26 de septiembre de 2014.
El comisionado Renato Sales Heredia informó: “Como parte de las labores en torno a la identificación, localización y detención de los autores materiales de los hechos suscitados en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, elementos de la Policía Federal capturaron en ese mismo ayuntamiento a Bernabé Sotelo Salinas, Cruz Sotelo Salinas y Mauro Taboada Salgado”. Según las investigaciones, “estarían presuntamente involucrados en la desaparición de los estudiantes y aparentemente habrían recibido a los jóvenes por parte de la policía municipal de Iguala”.
La CNDH recordó que el documento que entregó a la PGR se formuló con el objeto de que la instancia ministerial procurará el cumplimiento de los mandamientos judiciales de detención y que profundizará sus investigaciones para establecer la identidad de otros involucrados y consignarlos.
Dijo que propuso profundizar las indagatorias que permitieran conocer la estructura y el modus operandi de Guerreros Unidos, concretamente en las ciudades de Iguala y Cocula, en el estado de Guerrero.
