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doris.gomora@eluniversal.com.mx
En el mundo del narcotráfico la relación entre traficantes de drogas y miembros de la farándula se da por el dinero, poder y ego; “El Chapo se equivocó en grande esta vez, eso pasa cuando se meten con mujeres que llaman mucho la atención”, afirma Fernando Rodríguez Mondragón, hijo y sobrino de los líderes del Cártel de Cali.
En entrevista telefónica desde Colombia con EL UNIVERSAL, el primogénito de Gilberto Rodríguez Orejuela, y sobrino de Miguel Rodríguez, encuentra similitudes entre la detención de El Chapo Guzmán, con la de su padre a causa de una mujer. “Kate hizo lo mismo que la novia de mi papá: habló de más”.
Rodríguez, quien salió de prisión el año pasado tras cumplir seis años por el delito de lavado de dinero, opina así de los eventos que llevaron a la detención del criminal.
“Realmente aquí en Colombia estamos aterrados de ver que un narcotraficante con tanto poder pudo caer en la tentación de ir a hacer una película y ponerse a confiar en una mujer, en una actriz, creyendo que no le iban a seguir, usted no ve a Sean Penn yendo a Sinaloa si no es por algo que valiera la pena”, señala.
La inteligencia les falló, explica, la seguridad de El Chapo no debió permitir eso, especialmente cuando se meten mujeres, cuando hay modelos, gente que llama la atención como el estadounidense Sean Penn y Kate del Castillo en un pueblo de Sinaloa.
En opinión de Rodríguez, El Chapo Guzmán es el último capo de la generación de los líderes de grandes cárteles: “El mundo del narcotráfico ahora se maneja con bandas, con tráfico a menor escala”.
La relación entre narcotraficantes y actrices, destaca, “no es rara en el mundo del narcotráfico, me imagino que van a encontrar muchas más cosas de El Chapo, aquí él tenía muchas conexiones, tentáculos también, aquí mucha gente trabajaba con él, las mujeres bellas y creo que así como Kate del Castillo de pronto habrá otras actrices y modelos que le hicieron la respectiva visita”.
Bajo la experiencia de ser familiar directo de dos de los líderes del narcotráfico en Colombia, Rodríguez señala: “Yo siempre he pensado que lo que viví en mi familia con el Cártel de Cali, de los Rodríguez Orejuela, es decir mi padre y mi tío, siempre hubo una relación entre el narcotráfico y los artistas, el narcotráfico y las reinas de belleza, el narcotráfico y las mujeres lindas”.
El día que capturaron a su padre Gilberto Rodríguez Orejuela, recuerda, él estaba con su pareja sentimental: la reina del turismo Aura Rocío Restrepo, una joven modelo que llegó al reinado en Girardot después de que el líder del Cártel de Cali pagó para que ganara.
“Y tiene una similitud con lo que le pasó a El Chapo Guzmán porque ella fue la que, en su afán de estar al lado de él, la siguió la policía en Colombia y fue por eso que descubrieron a mi padre; ella era una mujer joven y realmente no tomó en cuenta la seguridad que necesitaba mi padre en su momento, y la siguieron, y por ella fue que descubrieron a mi padre en la casa donde lo capturaron”, agrega.
En opinión de Fernando Rodríguez: “En el caso de El Chapo Guzmán la actriz Kate del Castillo hizo lo mismo que la que era novia de mi papá: se puso a hablar de más de la cuenta, sabían que venía Sean Penn”.
La relación entre traficantes de drogas y artistas, cantantes, modelos, reinas de belleza, refiere, “se debe al poder, al ego muy grande de un narcotraficante que siempre quiere tener lo mejor, quiere superar al otro, en esa época como ellos [los Rodríguez Orejuela] se creían los dueños del país, nunca pensaron que algún día los iban a capturar y la DEA los iba a extraditar a Estados Unidos”.
Relata que mientras que el Cártel de Medellín de Pablo Escobar llevaba a Colombia a un artista, los hermanos Rodríguez Orejuela del Cártel de Cali llevaban a otro con todos los gastos pagados incluyendo honorarios por presentación en dólares, en efectivo, más pasajes de avión o vuelos privados, para ellos y sus acompañantes, además de haber patrocinado carreras de cantantes, de actrices, reinas de belleza y modelos.