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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció ayer a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, la captura del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, ocurrida el pasado viernes 8 de enero, en Los Mochis, Sinaloa, luego de seis meses de haberse dado a la fuga.
En una conversación telefónica, de la que dio cuenta ayer la Presidencia de la República, Obama “subrayó que esta valiente acción [la recaptura del delincuente evadido] fue resultado de un trabajo eficiente y del compromiso del presidente Peña Nieto por combatir al crimen organizado y al narcotráfico”.
Enrique Peña Nieto, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República, reiteró que “combatir al narcotráfico y a las organizaciones criminales es una convicción firme y decidida de su gobierno”.
El mandatario mexicano “agradeció la invariable colaboración institucional que se ha logrado entre las distintas agencias del gobierno estadounidense con las fuerzas federales de nuestro país”, agregó el comunicado.
Peña recalcó la importancia de “mantener un frente común en contra del flagelo que representa la delincuencia organizada para nuestras sociedades”.
La comunicación entre Obama y Peña, en la que hablaron sobre la recaptura del narcotraficante más buscado del mundo, se registró una semana después de ocurridos los hechos en Sinaloa, a lo que siguió una secuela de versiones de las actividades del criminal desde que huyó de El Altiplano, en el Estado de México.
Un esfuerzo nacional. Desde el primer momento se buscaban indicios de la presencia de agentes de Estados Unidos en la recaptura de Guzmán Loera, sin que se hubiera señalado por parte de los dos gobiernos que hubiera habido colaboración estadounidense con los mexicanos.
Los señalamientos de Obama que reconocen a Peña Nieto la captura del capo, como un resultado de trabajo eficiente, valiente y por el compromiso del mandatario mexicano, apuntan a que las tareas que llevaron a la reaprehensión fueron un esfuerzo fundamental de las autoridades de México.
Ayer, el presidente Peña Nieto, al inicio de una gira de trabajo en el Estado de México, saludó a los elementos del Ejército y les expresó el reconocimiento de su gobierno, la entrega de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de las familias mexicanas y los intereses de la nación.
Además de la captura del narcotraficante, Obama y Peña conversaron sobre la temática del fenómeno migratorio, y al respecto “externaron su propósito de profundizar la cooperación bilateral en esta materia”.