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Voces en el Congreso de Estados Unidos se levantaron para exigir la extradición del capo más famoso y buscado del mundo, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, a quien se le acusa en diversos juzgados de ese país, junto con Ismael Zambada García, alias El Mayo, de haber introducido una gran cantidad de marihuana y cocaína a la Unión Americana en la última década.
También son señalados de conspiración para importar, controlar y distribuir sustancias prohibidas, lavado de dinero, posesión y uso de armas de fuego, asesinato, secuestro y la creación de la empresa criminal del Cártel de Sinaloa.
Así consta en documentos a los que EL UNIVERSAL tuvo acceso, de las cortes de Estados Unidos, por el Distrito Oeste de Texas, recibida por el juez Frank Montalvo en 2012, y el Distrito Norte de Illinois, por el juez Rubén Castillo en 2008.
De estas voces estadounidenses la que más se amplifica es la del senador republicano y aspirante a candidato presidencial por su partido, Marcos Rubio: “Teniendo en cuenta que El Chapo se escapó de prisiones mexicanas dos veces, no podemos desperdiciar una tercera oportunidad para llevarlo ante la justicia”, dijo.
Pero El Chapo ha sido presentado ante la justicia y, de acuerdo con un par de expertos en el tema —quienes pidieron no ser identificados—, una eventual extradición a Estados Unidos “llevaría varios meses porque hay que jugar con la técnica jurídica para darles la vuelta a los procesos legales, aunque si la voluntad política del presidente [Enrique] Peña Nieto lo quiere hacer, el proceso en términos legales es muy tardado”.
Según el Tratado de Extradición de México con EU, “podría hacerse uso de la figura de extradición temporal, a través de la cual El Chapo sería trasladado a Estados Unidos para que rinda declaración e inicie su proceso penal, pero aun cuando resultara culpable en Estados Unidos, tendría que regresar a México a terminar los procesos que tiene abiertos y la sentencia que ya está purgando en la cárcel”, asegura uno de los especialistas.
“Después de cumplidas sus sentencias es que sería extraditado para que cumpla también en aquel país”. Sin embargo, “la manera más correcta y legal para que eventualmente El Chapo fuera extraditado a Estados Unidos, es que se solicite a los jueces mexicanos la suspensión de los procesos abiertos en contra de Joaquín Guzmán Loera y se haga el procedimiento correspondiente para que la sentencia que está cumpliendo en México se contabilice con los años que va a pasar de cárcel en Estados Unidos. Todo este cerrar y abrir de procedimientos sería la parte larga”, opina otro experto en el tema.
“Terminadas sus sentencias en aquel país, se reabrirían las que quedaron pendientes en México para que sea juzgado y sentenciado nuevamente”.
El 30 de julio de 2015 se supo que un juez emitió una orden de detención con fines de extradición a Estados Unidos contra Guzmán Loera. Se sabe que desde Washington se solicitó más de una vez la extradición del narcotraficante mexicano más famoso del mundo.
“Pero lo importante es entender que si se quiere actuar dentro de la ley los procedimientos ya están caminando y, aunque haya una orden de detención federal con fines de extradición contra El Chapo, no quiere decir que pueda aplicarse de inmediato ahora que ha sido recapturado”, dijo un experto.
