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Para el primer trimestre de 2016 el 3% de las plazas laborales de la administración pública federal estarán ocupadas por personas con discapacidad, dijo el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida.
Durante la ceremonia del distintivo Empresa Incluyente Gilberto Rincón Gallardo, el funcionario federal comentó que se está concretando un acuerdo que permitiría destinar esos lugares a personas con discapacidad, por lo que se elabora un acuerdo que por ahora está en las áreas jurídicas de las dependencias para su análisis.
“Es una obligación que no la vamos a imponer nosotros en el gobierno, que la vamos a firmar y que vamos a empezar a poner el ejemplo”, expresó.
Comentó que el proyecto de norma oficial sobre las Condiciones de seguridad para el acceso y desarrollo de actividades de trabajadores con discapacidad en los centros de trabajo, dado a conocer el pasado 27 de octubre, seguramente se convertirá en norma oficial el próximo año, puesto que el proceso que marca la Ley de Normalización para recibir observaciones ha sido “muy consensuado”.
Durante su participación, el director general del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), Jesús Toledano, recordó que en México hay más de seis millones de personas con discapacidad, de las cuales 4.1 millones viven en condiciones de pobreza, 3.9 presentan rezago educativo y más de un millón no tienen empleo.
Este año el distintivo de Empresa Incluyente Gilberto Rincón Gallardo se entregó a 449 centros de trabajo por la inclusión laboral de personas en condiciones de vulnerabilidad.
Uno de esos trabajadores es José Daniel, a quien una roca le cambió la vida hace 13 años durante un día de trabajo en una mina. Como consecuencia del golpe, José Daniel tuvo una lesión medular que le quitó la movilidad de la cintura para abajo. Es ingeniero en minas, pero ahora trabaja en la Universidad Autónoma de Zacatecas, en el Centro de Aprendizaje y Servicios Estudiantiles. Relata que fue muy difícil superar el accidente, tanto en el plano laboral como personal.
Considera que el principal problema al que se enfrentan las personas con discapacidad es el de la comunicación, pues no todos cuentan con las herramientas para comunicarse con su entorno y expresar sus necesidades.
Don Abel, como le dicen sus compañeros, es otro de los trabajadores de los centros de trabajo que fueron galardonados. Él se desempeña como empacador de uniformes en una empresa dedicada a confeccionar estas prendas. No fue a la escuela y comenta que fue muy difícil conseguir trabajo debido a que nació sin el brazo izquierdo, pero asegura que ello no le impide realizar su labor.
