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Una marcha pacífica en la que participaron 20 mil personas en conmemoración del 2 de octubre detonó en violencia, por las agresiones de un grupo de presuntos anarquistas en el circuito de la Plaza de la Constitución. El Gobierno del Distrito Federal reportó cuatro detenidos, entre ellos un menor de edad que fue entregado a sus padres.
Justo cuando los integrantes del Comité del 68 y los asistentes guardaban un minuto de silencio en memoria de los estudiantes que perdieron la vida hace 47 años en la Plaza de las Tres Culturas, alrededor de 100 personas con los rostros cubiertos arrojaron piedras, cohetones y bombas molotov a Palacio Nacional, y contra policías que estaban en la calle de Corregidora.
Mientras se daba la agresión, el grupo pidió en varias ocasiones guardar la calma y que no se cayera en provocaciones, solicitó a las personas que se replegaran en el asta bandera para evitar ser lesionadas.
“Compañeros, alto, que no prospere la agresión. Vayan al rededor del asta bandera. Pongan pie firme, no caigamos en esta provocación”, dijo Félix Hernández Gamundi, líder histórico del movimiento del 68.
Al comenzar los ataques contra Palacio Nacional, elementos de la Policía Federal colocaron una reja recubierta con acrílico en la Puerta Mariana para evitar que fuera dañada.
A través de los altavoces de Palacio Nacional, se escuchó una grabación que invitaba a los encapuchados a no realizar desmanes. “Entendemos y respetamos sus derechos como manifestantes. Se les invita a que desistan de cualquier actitud violenta que pueda poner en riesgo la vida de las personas. En caso de presentarse actos de agresión, se actuará de conformidad con la ley”, se escuchaba la voz.
Durante los desmanes, el Comité solicitó que se reabriera el juicio en contra de Luis Echeverría, ex secretario de Gobernación en el 68; que se dé seguimiento a las 53 averiguaciones previas por esos hechos; que no se recorten los recursos para la educación; que se detenga la impunidad; que aparezcan los 43 estudiantes de Ayotzinapa, así como castigo a los culpables de su desaparición. En su discurso, Hernández Gamundi comparó la muerte de los estudiantes en 1968 con la desaparición de los 43 normalistas.
El acto continuó mientras el grupo de encapuchados seguía lanzando objetos a los cuerpos de seguridad, sin embargo, al cumplirse 35 minutos de haber iniciado el mitin, éste finalizó al culminar su participación el grupo de cinco oradores y para evitar poner en riesgo a los asistentes.
“Es un acto de provocación evidentemente ante una concentración ordenada de gran tamaño ante demandas muy concretas, y es una reacción de importancia. Son provocadores, modificaron el acto”, dijo Félix Hernández
La marcha inició poco después de las 16:00 horas en la Plaza de las Tres Culturas, con la comitiva del 68 encabezando la vanguardia de la marcha.
En la movilización participaron familiares de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, contingentes estudiantiles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), sindicatos y organizaciones sociales.
Desde que inició el contingente marchó en calma. Sin embargo, había un grupo de encapuchados, quienes desde que inició la protesta comenzaron a realizar pintas a edificios y establecimientos. En la calle 5 de Mayo comenzaron a lanzar piedras, botellas de vidrio y pintura contra los edificios que estaban resguardados con vallas metálicas con más de dos metros de altura.
En la calle Motolinia, los jóvenes tiraron las vallas y al percatarse de que no había policías continuaron su camino, hasta llegar a una sucursal bancaria que atacaron.
“Un infiltrado”, se escuchó, mientras el grupo comenzó a correr intentando detener a un joven, pero no lo alcanzaron, posteriormente ingresaron a la plancha del Zócalo.
Tras su arribo, el grupo de personas se dirigió a la Puerta Mariana de Palacio Nacional, donde lanzaron dos petardos y bombas molotov, lo que ocasionó que algunos elementos de la Policía Federal resultaran con heridas.
Los federales contuvieron la agresión y dispersaron a las personas lanzando gas lacrimógeno, aunque los encapuchados repelieron este ataque.
Después de una hora de continuar las agresiones, el colectivo Marabunta acudió para negociar con los cuerpos de seguridad y los embozados. Al parar las agresiones, se dio una nueva agresión por parte de los encapuchados entre las calles de 16 de septiembre y Madero.
Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) acudieron a la Plaza de la Constitución, para dar apoyo a los elementos federales.
A las 19:35 horas, el primer cuadro de la ciudad quedó vacío de manifestantes. El grupo de atacantes se replegó y salió por la calle de 5 de Mayo para dirigirse a la calle Hidalgo donde realizaron algunas pintas. La Cruz Roja informó que 60 paramédicos, a bordo de 20 ambulancias, atendieron a 35 personas intoxicadas por inhalar gas lacrimógeno.