El gobierno de México extraditó a Estados Unidos a Paulino Ramírez Granados, uno de los 10 tratantes de personas más buscados por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), para que enfrente cargos criminales en el juzgado del Distrito Oriental de Nueva York.

Agentes especiales de ICE identificaron y rescataron a más de 20 víctimas —de nacionalidad mexicana— y arrestaron a más de una docena de tratantes de personas, todos ellos miembros o asociados de la familia Granados, informó la Embajada de Estados Unidos.

Algunas víctimas habían sufrido abuso sexual por parte de los tratantes, mientras otras sólo habían sido golpeadas. Todas dijeron que los tratantes las habían amenazado con atentar contra miembros de su familia.

Hasta ahora se han levantado cargos formales contra 13 integrantes de la organización Granados en el Distrito Oriental de Nueva York por contrabando sexual. Doce de ellos han sido arrestados y uno, Raúl Granados Rendón, sigue fugitivo.

Ramírez Granados, quien había estado en la lista de los 10 delincuentes más buscados por ICE desde 2010, fue arrestado el 31 de marzo en Tenancingo, Tlaxcala, después de una investigación conjunta entre la Policía Federal de México y las secciones de Investigación de Seguridad Nacional de ICE en México y Nueva York.

El juzgado del Distrito Oriental de Nueva York levantó cargos contra Ramírez Granados el 5 de agosto de 2011 por trata sexual, contrabando de personas extranjeras, lavado de dinero y conspiración para introducir al país a extranjeros con propósitos inmorales.

“Este caso fue resultado de un esfuerzo de muchos años para desmantelar la organización de servicios sexuales de Granados, un grupo brutal que prometía a sus víctimas una vida mejor, pero en vez de ello las forzaba a una vida de esclavitud sexual a través de actos de violencia atroz”, dijo la embajada.

Se precisó que miembros de esta banda, en la que se incluye a Ramírez Granados y a otros, introdujeron ilegalmente a mujeres jóvenes a los Estados Unidos, donde se les obligaba a prostituirse en la ciudad de Nueva York y otras partes.

Explicaron que la organización recibía ganancias de la actividad de las víctimas. Cuando ellas se rehusaban a trabajar o se resistían, miembros de la organización las golpeaban y abusaban sexualmente de ellas, además de amenazar a familiares de las víctimas en México, incluyendo a sus hijos. Redacción

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