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México recién extraditó a 13 personas buscadas en Estados Unidos, incluidos dos importantes capos del narcotráfico, debido a un nuevo proceso más ágil entre ambos países y no por la reciente fuga de Joaquín "El Chapo" Guzmán, según dicen autoridades.
José Alberto Rodríguez, responsable de la sección internacional de la oficina de la Procuraduría General de México, rechazó el martes que las extradiciones fueran una respuesta a la bochornosa fuga el 11 de julio de Guzmán Loera, el narcotraficante más buscado de México.
Aunque no es la primera vez que se extraditan mexicanos a Estados Unidos, 13 es el número más alto de extradiciones celebradas en un solo día por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que asumió la presidencia de México en diciembre de 2012.
Rodríguez dijo a The Associated Press que las extradiciones se estaban planificando al margen de la huida de Guzmán, y que las autoridades de ambos países habían llegado antes a un acuerdo para acelerar los trámites.
"Con la fuga o sin la fuga del 'Chapo' Guzmán estas 13 extradiciones... iban a caminar", aseguró Rodríguez, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría.
Muchos expertos coinciden en que no hay una relación directa entre ambos sucesos, ya que completar una extradición lleva años. Pero señalan que el momento elegido puede atribuirse a problemas de seguridad que ha sufrido México, reflejados en la huida de Guzmán y en la puesta en libertad, en una madrugada de 2013, de Rafael Caro Quintero, condenado por la muerte del agentes estadounidense de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, pese a que todavía había cargos pendientes en su contra en Estados Unidos.
También acaba de cumplirse un año de la desaparición de 43 estudiantes universitarios a manos de policías que trabajaban con una banda de narcos. Su paradero sigue siendo un misterio.
"No puedo evitar preguntarme si el momento de hacer esto fue una forma de desviar a la prensa de todas las otras cosas que ocurren", dijo Juan Masini, de Masini Global Group, ex miembro del Departamento de Justicia en la embajada estadounidense en México.
Otros expertos creen las extradiciones indican que México ha asumido que necesita ayuda de su vecino para cuestiones de seguridad. Cuando Peña Nieto asumió la presidencia, su gobierno suspendió la cooperación abierta que Washington mantenida durante el mandato de su predecesor, Felipe Calderón.
Las extradiciones se redujeron al cerrarse el acceso a las autoridades mexicanas, salvo por la "ventanilla única" de la Secretaría de Gobernación.
En el último año de mandato de Calderón hubo 115 extradiciones, frente a las 54 del primer año de gobierno de Peña Nieto.
"Esto es puramente simbólico y no una medición dura, pero el hecho de que México tome el tema de la extradición en serio y ofrezca algunas seriamente y ofrezca algunos personajes importantes a Estados Unidos es importante", dijo David Shirk, de la Universidad de San Diego. "Para los que creían que las relaciones habían empeorado, ese descenso en las extradiciones parecía significativo".
El Departamento de Justicia estadounidense señaló el miércoles que las nuevas extradiciones eran resultado de una "nueva era de colaboración entre las dos naciones para combatir el crimen organizado internacional" acordado por la fiscal Loretta Lynch y la procuradora mexicana Arely Gómez.
Entre los enviados a Estados Unidos estaba Édgar Valdez Villarreal, conocido como "La Barbie", un importante operador del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, y Jorge Costilla, alias "El Coss" y considerado hasta su captura el líder del cartel del Golfo
En el grupo también está José Emanuel García Sota, acusado del asesinato en 2011 del agente estadounidense de Inmigración y Aduanas, Jaime Zapata. Otros trasladados son tres sospechosos acusados en marzo de 2010 del asesinato en Ciudad Juárez de empleados del consulado estadounidense.
Según el acuerdo explicado por Rodríguez, algunos trámites que antes llevaban 15 días ahora se harán en cinco, aunque el subprocurador señaló que el proceso de extradición no llevará menos de un año. Además, México se asegurará de que las autoridades nacionales han obtenido toda la información necesaria de los sospechosos para resolver crímenes allí antes de enviarlos hacia el norte.
Estados Unidos solicitó la extradición de Guzmán unas dos semanas y media antes de su fuga. Su abogado dijo a varios medios en agosto que su huida había sido un resultado directo de saber que la extradición se había vuelto inminente.
Para algunos analistas, sin embargo, las más recientes extradiciones no podrían entenderse sin la fuga del líder del cartel de Sinaloa el 11 de julio.
"Es claramente un reconocimiento del lado del gobierno mexicano que no pueden depender de su sistema penitenciario después del 'Chapo''', dijo Duncan Wood, analista del Mexico Institute en Estados Unidos. "No quieren una vergüenza futura. Se han visto obligados a aceptar que es mejor para ellos si sus criminales están en Estados Unidos".