Más Información
PAN exige renuncia de Rubén Rocha Moya; Claudia Sheinbaum sigue protegiéndolo en “complicidad vergonzante”
No cesaremos ni nos rendiremos en nuestro llamado a la paz y justicia: Iglesia; pide ser persistentes en exigencia
Con reformas laborales, expertos ven estrategia de Morena; van a fortalecer su número de simpatizantes
Alito Moreno se reúne con familiares de prisioneros de Israel en Marruecos; pide su liberación antes de Navidad
politica@eluniversal.com.mx
Los 17 meses que permaneció Joaquín El Chapo Guzmán recluido en el penal de El Altiplano estuvo monitoreado las 24 horas del día con sistema de videovigilancia con sonido ambiental, al que tenía acceso personal de alto nivel y no los policías federales que se encontraban en el Centro de Control de la prisión.
Celina Oseguera Parra, quien era la coordinadora de los Centros Federales de Readaptación Social; Valentín Cárdenas Lerma, entonces director del penal, y personal del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), eran los que tenían acceso a los monitores en los que sí podían escuchar lo que sucedía en la celda 20 del área de tratamientos especiales de El Altiplano, donde estuvo el capo.
Oseguera Parra, Cárdenas Lerma y dos servidores públicos del Cisen ahora están sujetos a proceso por presuntamente permitir o colaborar en la fuga de Guzmán Loera, ocurrida el pasado 11 de julio.
Los 11 policías que están también bajo proceso monitoreaban al líder del Cártel de Sinaloa con el sistema de circuito cerrado que no tenía audio; este factor es utilizado por la defensa que encabeza Alberto de la Cruz para afirmar que éstos vigilantes no pudieron escuchar el ruido que generó la herramienta empleada para horadar su celda y que le permitió al capo acceder desde el área de regaderas al túnel que fue utilizado para el escape.
Por su alta peligrosidad, Guzmán Loera fue recluido en la zona de tratamientos especiales, en la que era vigilado las 24 horas del día por un sistema de circuito cerrado con dos cámaras: una estaba dentro de la celda y otra frente a ella, en el pasillo.
Sin embargo, la interior tenía dos puntos ciegos en el área sanitaria y de regadera, para no invadir su privacidad, y éstos fueron aprovechados por el capo para su fuga.
Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, evadió la seguridad de El Altiplano el pasado sábado 11 de julio aproximadamente a las 20:52 horas, 12 horas después del cambio de turno del personal del penal.
En un principio, el entonces comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, había asegurado que en el penal de El Altiplano, el día del escape, no se habían escuchado ruidos extraños en la celda de El Chapo, incluso refirió que se había utilizado ácido para terminar con el trabajo del túnel; sin embargo, en el video con audio que fue filtrado se escucha el ruido de herramientas en la regadera de Guzmán Loera y es precisamente cuando el capo se dirige a esa zona. Segundos después se observa cómo se da a la fuga.
Tres meses después de que El Chapo fue recluido en El Altiplano comenzó a preparar su fuga; su gente cercana compró un predio a no más de 2 kilómetros del penal, donde desembocó el túnel.
Aunque Celina Oseguera, Valentín Cárdenas y los agentes del Cisen escuchaban los ruidos de la celda de El Chapo Guzmán, el día de su escape no dieron aviso de los ruidos extraños en la celda 20.