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marcos.muedano@eluniversal.com.mx
Al momento de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, ese centro penitenciario tenía una sobrepoblación de 188 internos, esto es 22.5% más de lo que permite su capacidad, lo que se considera un “riesgo alto”, señala un reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al realizar un estudio sobre la situación que enfrentan los centros de Readaptación Social (Ceresos) y de los centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), Ruth Villanueva Castilleja, tercera visitadora de la CNDH, reveló que en la actualidad existe una sobrepoblación de 51 mil 621 internos en prisiones administradas por los estados y por la federación.
En total, 28 centros con sobrepoblación están considerados como de “riesgo crítico”.
En el caso de El Altiplano, de donde El Chapo Guzmán se escapó por un túnel el 11 de julio, la visitadora dijo: “Efectivamente, en ese centro penitenciario se encontró sobrepoblación y eso es algo en lo que se ha insistido sobre los centros de máxima seguridad”.
Al presentar el “Diagnostico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2014”, la tercer visitadora señaló que en el interior del Cefereso que administra el gobierno federal existe un sobrecupo desde 2013.
El documento refiere que en ese año, ese penal superó en 263 internos su capacidad máxima, lo que representaba un sobrecupo de 31% para lo que estaba diseñado. Un año después sobrepasó los 360 reos adicionales, lo que representó 40% más de su capacidad. Mientras que en los siete primeros meses de 2015 —de enero a julio—, se contaron 188 internos de más, lo que representó 22.5% presos en sobrecupo. Según el documento, la sobrepoblación es considerada como “una situación de riesgo”.
Durante la presentación del documento, Ruth Villanueva dio a conocer un decálogo dirigido a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial para mejorar las condiciones de las prisiones en el país.
“En ningún caso debe de permitirse sobrepoblación en los centros de máxima seguridad, ya que este solo hecho vulnera su nivel de seguridad, debiendo retomarse su capacidad de diseño, sin aceptar incremento en el número de camas en estas instituciones”.
Con relación a las quejas presentadas por familiares de los funcionarios detenidos por la fuga del Chapo Guzmán Loera, la visitadora mencionó que se han recibido quejas luego de la detención de custodios y personal de diferentes áreas, entre ellas, se encuentra que no les permitieron ver a sus familiares y solicitudes para cambiarlos de penal.
La CNDH asegura que la sobrepoblación en las cárceles y penales del país se ha agudizado en las últimas tres décadas ante la falta de programas integrales, más allá de la construcción de más prisiones.
Villanueva Castilleja dijo que la presencia de más internos en las prisiones en comparación con la capacidad para la que fueron diseñadas, ha mantenido una sobrepoblación de 25% durante los últimos 10 años, a pesar de la creación de 100 mil espacios nuevos durante este mismo periodo.
Este problema origina hacinamiento, falta de control e ingobernabilidad, insuficiencia en los servicios de alojamiento y una falta de estrategias para la reinserción.
“Se pudo identificar el problema con criterios de riesgo bajo, alto y crítico, detectando que en 28 centros existia sobrepoblación con riesgo crítico debido a que exceden en más de 40% su capacidad instalada; en 20 hay riesgo alto en virtud de tener 20% más de su capacidad instalada, y en 24 centros con riesgo moderado, ya que están sobrecargados en menos de 20% de su cupo”, comentó Ruth Villanueva.