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La Coordinación Nacional Antisecuestros (Conase) considera prioritaria la atención a 10 entidades que registran los índices más altos de plagios en todo el país, entre las que destacan Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Morelos y el Distrito Federal, afirmó la nueva comisionada, Patricia Bugarín Gutiérrez.
“Investigadora nata” como ella misma se define, busca relanzar la estrategia nacional en la materia para noviembre, luego de realizar una nueva radiografía sobre los avances que han tenido las unidades especializadas en las 32 entidades federativas.
Bugarín Gutiérrez agrega que se trata de una segunda etapa para seguir avanzando en la coordinación del tema, a la vez que descarta la creación de un cuerpo ministerial y de investigación propio para la Conase, debido a que ha funcionado el modelo de cooperación que existe entre la Policía Federal, la Unidad Antisecuestros de la Procuraduría General de la República (PGR) y los cuerpos especializados que ya operan en todo el país.
En un primer balance del comportamiento de la privación ilegal de la libertad en el país, “lo que tenemos hasta el mes de agosto es que sigue estando Tamaulipas arriba, Estado de México, Veracruz, Guerrero, Tabasco, Distrito Federal. Vale la pena recordar que estamos hablando del concentrado de enero a agosto de 2015 y que son casos que vienen en número decreciente, estamos hablando de que son 10 estados prioritarios, no quiere decir que los demás no nos interesen, sí estamos trabajando con ellos, pero vamos a dar el principal soporte de atención a estas 10 entidades”, advierte.
¿En qué consiste la atención prioritaria para estos 10 estados, cuáles van a ser los apoyos para ellos?
—Capacitación, principalmente. Que tengan homologación en el personal que trabaja para la atención del delito; verificación de sus instalaciones, que esas instalaciones se ajusten a las necesidades de cada unidad especializada en el combate al secuestro y certificación, primordialmente del personal de investigación. También estamos en la búsqueda de la certificación de sus analistas y además vamos a buscar la certificación de sus instalaciones, que los recursos otorgados —por la Federación— se destinen a esas áreas.
La Conase no tiene un cuerpo propio de investigación, ¿hay intención de crearlo?
—Prioritariamente nos encargamos de la coordinación, pues ese es uno de los puntos en los que trabajamos, no necesitamos un cuerpo operativo porque contamos con el respaldo de la Policía Federal y de la PGR; mientras que a nivel estatal nos respaldan sus procuradurías. Nuestra función primordial es la coordinación.
Una de las preocupaciones de la sociedad civil es el retraso o avance de las unidades antisecuestro. ¿Cuál va a ser su trabajo en este tema?
—Con el lanzamiento de la Estrategia Nacional Antisecuestro ya se hizo una evaluación y un diagnóstico, ahora requerimos la actualización de ese diagnóstico y en qué punto va la alineación de capacidades a nivel estatal porque vamos a entrar a una segunda etapa.
El diagnóstico ya se elaboró, las unidades antisecuestro locales y de la PGR ya hicieron cambios con base en este primer diagnóstico, necesitamos ahora saber si esos cambios están ajustados a lo que se requería o qué más se necesita. Fue útil la primera radiografía, pero hoy tenemos que saber si el tratamiento, por así decirlo, está dando resultados, qué se ha modificado, qué ha cambiado y qué es lo que tenemos que seguir cambiando.
¿Cuáles son los focos rojos de la primera evaluación y qué se pudo cambiar a partir de ella?
—Sería pronto decir qué es lo que ha cambiado, pero esa primera radiografía arrojó necesidades en el aspecto de ubicación, integración y homologación de las unidades antisecuestro, dónde están instaladas, quiénes están funcionando y qué están haciendo.
Se encontraron áreas que no tenían sus propias instalaciones, algunos estados no tenían personal, a otros les faltaba la certificación o la capacitación de sus elementos. No podemos hacer una generalización, porque había diferentes condiciones, pero sí podemos decir que hay cambios, por eso el objetivo de esa segunda radiografía va a ser en qué parte vamos del cumplimiento de las recomendaciones del primer diagnóstico.
¿Cuándo se tiene previsto que estará esa segunda radiografía?
—Sólo puedo decir cuándo la vamos a iniciar, no sé cuándo la vamos a terminar, estamos planteando iniciarla próximamente; primero tengo que pedir a todos los gobernadores el apoyo que han venido expresando. Vamos a tener en noviembre una reunión con los titulares de las 32 unidades antisecuestro. Es el momento oportuno para plantearles cómo vamos a realizar la segunda revisión para actualizar el diagnóstico.
¿Cómo se integra a este gobierno en el área de secuestros, cuando ya ha trabajado para gobiernos de tres partidos políticos distintos?
—En materia de procuración y administración de justicia no debe haber más que una sola línea. Usted me pregunta por los tres partidos, créame que nunca pensé en eso, solamente he pensado que la garantía para estar en un trabajo es la que te da la experiencia. Afortunadamente nunca he tenido petición de referencias de color, las peticiones siempre son de trabajo.
El tema de secuestros es un tema sensible, que duele, que se debe tratar con mucha discreción para garantizar a las víctimas que se va a respetar su privacidad, porque es uno de sus principales temores saber qué va a pasar si acude a las autoridades a presentar una denuncia. Estoy muy preocupada por este tema.
Me he dedicado tanto a las áreas de administración como de procuración de justicia, por lo que la suma de toda esa experiencia me permite tener una perspectiva diferente para abordar lo que voy a hacer, incluyendo la exigencia que nos impone el sistema penal oral adversarial, que nos impone otras obligaciones; una profesionalización mucho más actualizada y un trabajo de análisis e investigación con otra temática. Estoy trabajando en eso.
Viene de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, ¿qué se tiene que hacer en materia de secuestros para apoyar a los agraviados por este delito?
—Lo que usted menciona es cierto. Una víctima que tiene un secuestrado o desaparecido cambia totalmente su visión frente a las víctimas de cualquier otro delito, como los que atentan contra la salud o los patrimoniales.
En lo personal, trabajar con víctimas me dio una visión diferente, aún tenemos varios retos, necesitamos establecer una atención muy profesional. Que la víctima en todo momento se sienta atendida, acompañada y asesorada.
Hay instituciones que las asesoran y las asesoran correctamente, hoy hablamos de unidades especializadas de combate al secuestro, hablamos de un área de la Policía Federal que tiene la capacitación y tiene el conocimiento, por lo que sí están capacitados para darles atención, pero eso no significa que les están dando el cuidado que como víctimas necesitan, lo cual también se está verificando.
Vamos a trabajar con las procuradurías estatales, ya existen los contactos con los gobiernos, fue un trabajo exitoso del anterior comisionado, convencerlos de las bondades del trabajo en equipo y de la suma de capacidades, venimos a reforzar ese trabajo.
¿Cuáles son las metas que existen para poder atender a las víctimas de secuestro?
—En este momento necesitamos que se tengan las capacidades de apoyo psicológico, que haya personal capacitado para el manejo de crisis, que todo el personal que está en las unidades antisecuestro tenga la capacitación y que además tenga una certificación.
O sea, que no sea gente que llegó de paso y que se va a ir, que sea gente con un compromiso, yo pienso y creo firmemente que en el tema de secuestros existe gente que lo ve como un tema de vida, son aquellas personas que lamentablemente tuvieron que pasar por un evento doloroso de este tipo, porque uno de sus familiares fue secuestrado y que a partir de entonces les cambio absolutamente toda su visión, por lo que decidieron dedicarse a esto.
También hay personas como las que están trabajando en el tema, como en mi caso, que lo vemos como un asunto profesional y humanitario, no solamente nos interesa trabajarlo, sino además realizar los mejores esfuerzos y llegar a las mejores prácticas. Si bien, no es para nosotros un tema de vida, sí es un tema de profesionalización, respeto y trabajo con las víctimas.
Justamente para Isabel Miranda de Wallace, la lucha contra el secuestro es un tema de vida, pero no le dio una buena recepción a su nombramiento. ¿Qué le diría?
—Le expresé de manera personal que respeto el trabajo que viene haciendo, que en la práctica se demostrará lo que podemos hacer juntas, pues lo hemos hecho antes.
Si la única duda es que me falta experiencia, me parece que sí la tengo, no es una cuestión curricular, es una cuestión de trabajo en la vida diaria y aquí lo vamos a hacer.