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marco.muedano@eluniversal.com.mx
Elementos de las Fuerzas Armadas localizaron ayer en Tamaulipas un centro de entrenamiento de sicarios del cártel de Los Zetas, en el que se decomisó un lote de 20 armas de alto calibre, aunque no se reportaron detenidos durante el operativo militar.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que inició una averiguación previa en contra de quien, o quienes resulten responsables del delito de portación de armas de fuego y lo que resulte, por el hallazgo de tres campamentos rústicos y un área de adiestramiento, donde se incautaron 20 fusiles de diversos calibres y un chaleco antibalas.
Se detalló en un comunicado que las propiedades fueron aseguradas el pasado 28 de julio por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), durante un recorrido realizado a la altura del kilómetro 176 de la carretera Nuevo Laredo-Reynosa, Tamaulipas.
La dependencia explicó que los soldados se internaron sobre un camino de terracería, donde ubicaron los campamentos, así como un espacio acondicionado como área de adiestramiento físico.
En el lugar se decomisaron 15 rifles calibre 7.62 x 39 milímetros (mm), así como un fusil calibre 5.45 mm., cuatro más calibre .223 mm., además de un chaleco antibalas, que fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación.
La investigación es integrada por la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo (SCRPPA), por conducto de su delegación en Tamaulipas, que continúa con la indagatoria para deslindar responsabilidades.
Adiestramiento. Este caso se suma a otros campamentos utilizados por el crimen organizado, que han sido detectados y desmantelados por las autoridades, y que eran empleados para la capacitación de los grupos armados con funciones de sicariato, que están al servicio de las organizaciones criminales que operan en el país.
En una revisión hemerográfica, se encontró que en septiembre de 2014 se incautó un campamento de entrenamiento en el estado de Veracruz, durante un enfrentamiento en el que perdieron la vida cuatro personas y 33 más fueron aseguradas.
Durante mayo del mismo año, las autoridades federales aseguraron un terreno en el municipio de Tumbiscatío, Michoacán, que era utilizado por el cártel de Los Caballeros Templarios.
El lugar contaba con dormitorios, regaderas, campo de tiro, una fuente de energía con celdas solares y hasta un helipuerto se construyó en ese centro de adiestramiento.
El 7 de enero de este año, se informó que militares descubrieron un campamento del crimen organizado en la comunidad de La Esperanza, en el municipio del Fuerte, Sinaloa.
En marzo pasado, elementos del Grupo de Coordinación Tamaulipas informaron que en el municipio de Mier localizaron dos campamentos; en uno se decomisó un rifle AK-47 con cinco cargadores (conocido como “cuerno de chivo”), 146 cartuchos y una fornitura. En el otro emplazamiento aseguraron dos fusiles AK-47 con 20 cargadores y 600 cartuchos para esas armas.
Aunque en ninguno de estos casos se ha reportado la detención de presuntos integrantes de los cárteles que eran entrenados o los instructores.
