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politica@eluniversal.com.mx
El Consejero Jurídico y de Servicios Legales del Gobierno del Distrito Federal, Manuel Granados Covarrubias, informó que el próximo 2 de septiembre se realizará la primera audiencia en juzgados del caso de Lilia Angélica López Negrete, la bailarina que fue detenida en diciembre de 2014 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) por presuntamente transportar droga en su maleta.
“Se tuvo una entrevista con los familiares en el sentido de saber cuál era el proceso y los avances jurídicos. Ellos nos han informado que después de ocho meses no se ha celebrado ninguna audiencia, que están citándolos para el 2 de septiembre a la primera diligencia del caso”, afirmó el funcionario capitalino.
Comentó que el propio jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, instruyó a la Consejería acompañar jurídicamente el caso a través de la barra de abogados del Distrito Federal, pues podría tratarse de otro de los casos en los que un pasajero es acusado de traficar drogas, que les “siembran” en terminales aéreas de países sudamericanos a los que viajan o en los que hacen escala.
“A partir de ahí se generará la estrategia legal que, como lo afirmó el doctor Mancera —siendo especialista en derecho penal—, pudiera promoverse un incidente de desvanecimiento de datos que implique aportar las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de ella”, dijo.
La joven de 21 años, quien está en el penal de Santa Martha, y se convirtió en la presa número 19-32, concedió entrevista a EL UNIVERSAL, y defendió su inocencia.
Explicó que el 31 de diciembre tomó un vuelo que la llevó a Armenia, Colombia, “ahí revisaron mi equipaje, pasó por rayos x, ven mis cosas, me sellan mi pasaporte, documento mi maleta, abordo el avión. Llegamos a la escala en Bogotá. Ahí nos informan que debemos bajarnos del avión, trasbordar. Ya no veo mi maleta. A las dos horas subo a otro avión rumbo a México.
“Llegamos al aeropuerto de la ciudad de México. Mi maleta demora mucho en salir de la banda; y es la última en salir. Un hombre se acerca y me pide que lo acompañe, dice que mi maleta es sospechosa. Me llevan a un cuarto de revisión; y después de seis horas contra la pared y con las manos esposadas vuelvo a ver mi maleta, pero esta vez puesta en una mesa y al lado de ella con paquetes que me dicen que son de droga”.