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El Instituto Nacional de Migración (INM) rechazó que exista un maltrato hacia ciudadanos de nacionalidad cubana que son albergados en estaciones migratorias del país.
La acusaciones que se han dado sobre supuestas extorsiones, expuso el órgano migratorio, no tienen sustento y simplemente demeritan el trabajo de los funcionarios del INM.
El padre Alejandro Solalinde, quien está al frente del albergue Hermanos en el Camino, denunció ayer que existe una red de corrupción en el interior del INM, que extorsiona a migrantes de nacionalidad cubana, además de que las mujeres isleñas sufren agresiones.
A través de un comunicado, el Instituto Nacional de Migración ofreció poner a disposición de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las grabaciones del circuito cerrado de la estación migratoria de Iztapalapa en la ciudad de México —de donde salen las principales denuncias—, para que se constate que no se tiene registro de algún incidente y que las actividades de esa estancia de alojamiento se realizan con normalidad.
Ratifican denuncia. Agentes y funcionarios del INM están involucrados en delitos como tráfico de personas, extorsión y secuestro en agravio de migrantes cubanos, a los cuales golpean y amenazan para que sus familias entreguen cantidades que van de tres a cinco mil dólares, ratificó Solalinde.
En conferencia de prensa aseguró que alrededor de 100 migrantes cubanos que han pasado por ese refugio, han presentado quejas y denuncias verbales en contra de los servidores públicos que laboran en la estación migratoria “Las Agujas”, incluyendo al propio titular de ese centro de detención, Miguel Ángel Adán Ramírez.
Los abusos y extorsiones contra migrantes cubanos también se registran en la estación migratoria de Acayucán, Veracruz, y en el municipio de Cancún, Quintana Roo, y por ello ya presentó 15 denuncias ante la PGR, agregó.
