Una sustracción de la soberanía nacional de más de 57 mil hectáreas de territorio mexicano, y que se localiza de lado de Estados Unidos, reportó el senador Patricio Martínez García (PRI), quien acusó al director general de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), Roberto Salmón, de incurrir en el delito de traición a la patria, al asegurar que está bien delimitada la frontera.
El ex gobernador de Chihuahua y senador de la república pidió que la Cámara Alta impulse acciones para el retrazamiento de al menos 436.41 kilómetros de línea fronteriza terrestre con Estados Unidos, y lleve a tribunales internacionales esta reclamación. Con esto, incluso, dijo, se detendrían los intentos de construcción de un muro fronterizo, como propone el presidente estadounidense Donald Trump.
En carta dirigida al presidente del Senado, Pablo Escudero Morales, Patricio Martínez dio cuenta de que ha investigado la ubicación de la frontera entre México y Estados Unidos, y con base en los resultados propone que “se realicen las gestiones para mover la frontera al norte de su ubicación actual, previos estudios de campo que definan con exactitud la línea limítrofe legal”.
Patricio Martínez anexa a la carta que envió a Pablo Escudero Morales, el estudio en el que se establece que hay superficies del lado de Nuevo México y Arizona que legalmente corresponden a la soberanía mexicana, en los límites con Chihuahua y Sonora.
En ese sentido, el legislador deplora que el funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores encargado de la CILA, Roberto Salmón, incumpla su responsabilidad en el estudio de los límites binacionales.
Martínez García cita el Código Penal Federal, en el ordenamiento que establece que comete delito de traición a la patria, quien “destruya o quite dolosamente las señales que marcan los límites del territorio nacional o haya que se confundan, siempre que ello genere conflicto a la república”.
Expone que existe conflicto para la república con “la sustracción de territorio y al permitirse con esta elusión, construcciones y dominio extranjero en porciones del territorio nacional”.
Asevera el senador priista que con base en estudios de medición de la frontera, realizados a petición suya por un despacho especializado queda acreditado que hay desfasamiento en la línea fronteriza terrestre.
Sin embargo el titular de la CILA, en vez de cuidar y vigilar las fronteras, “de hecho y por declaración oculta y niega las inconsistencias que van contra los intereses de la nación”.
Expone que entre 2007 y 2014, INEGI y CILA hicieron trabajos de señalización de los puntos de línea fronteriza con equipos GPS, sin observar la información de los tratados de límites.
El senador priista pide a Escudero que “el Senado analice la dudosa actuación de la CILA, ante el evidente incumplimiento de la alta responsabilidad que se le tiene asignada”.
Anexo a la carta dirigida al presidente del Senado, el estudio de la línea fronteriza, realizado por el despacho de ingenieros Portillo y Young, de Chihuahua, expone que llevó a cabo una comparación de la frontera definida en el Tratado de la Mesilla, con los monumentos y mojoneras que se encuentran en campo, y que localizó geográficamente con el uso de tecnología GPS.
Reporta que, “de acuerdo con la información publicada por CILA, la frontera terrestre actual, demarcada por los monumentos y mojoneras instalados en campo, tiene discrepancias con los límites fronterizos establecidos en el Tratado de la Mesilla”.
En consecuencia, “de los mil 84 kilómetros de frontera terrestre, 436.41 kilómetros se encuentran fuera de su posición legal”, y aclara que “los errores de la localización de la frontera, no se deben a la imprecisión de los instrumentos utilizados en su trazo, sino a errores de campo”.