Desde que se desempeñó como Jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), Andrés Manuel López Obrador ha manifestado constantes descalificaciones a los medios que han evidenciado a sus colaboradores cercanos al acusarlos de estar al servicio de “la mafia del poder” o estar involucrados en complots en su contra.
En 2004, el diputado federal Federico Döring presentó en el noticiero matutino de Televisa videos que mostraban al entonces secretario particular y operador político de López Obrador, René Bejarano, recibiendo fajos de dinero de, quien se sabría después, el empresario Carlos Ahumada.
Antes de los “video escándalos” López Obrador, desde su posición de Jefe de Gobierno, presumía en sus conferencias mañaneras las portadas de periódicos que lo ubicaban al frente de las preferencias electorales rumbo al 2006.
Tras ese capítulo López Obrador comenzó a acusar a la televisora Televisa de formar parte de un complot en su contra.
Un año después, en mayo de 2005, tronó contra María de las Heras por una encuesta que lo ubicaba en ese momento tres puntos debajo de Felipe Calderón, y afirmó que la medición estaba “cuchareada”. Desde entonces cada encuesta que no le daba triunfo las descalificaba con el mismo adjetivo: cuchareadas.
En la campaña presidencial de 2006 sostuvo que empresa Televisión Azteca apoyaba, de la mano del empresariado nacional, una estrategia en su contra.
En la movilización que encabezó tras perder por primera vez la contienda electoral por la Presidencia de la República, en los mítines que encabezaba en el Zócalo de la Ciudad de México azuzaba a sus seguidores contra los medios de comunicación, fue hasta después de que periodistas fueron agredidos que acuñó la frase “con sus honrosas excepciones”.
Previo al arranque el proceso electoral presidencial de 2012, el tabasqueño retomó sus dichos contra la prensa y sostuvo de manera reiterada que se había construido un “cerco informativo” de los medios en su contra.
También ha enlistado a dueños de medios como parte de lo que él señala como “la mafia en el poder”.
Luego diría, pese a que tenía una completa cobertura cotidiana por la mayoría de los medios de comunicación, que otros periódicos, revistas y radiodifusoras se habían sumado al “cerco informativo”, “con sus honrosas excepciones”, y llamó a sus seguidores “a romper el cerco”.
En febrero de 2017, López Obrador fue cuestionado por la prensa veracruzana al arribar a la entidad en el sentido de que si Morena postularía en el proceso local de este año a ex priístas y panistas, el tabasqueño respondió: “Yunes maicea a los medios de comunicación, reparte maíz con gorgojo”.
Más recientemente, López Obrador acusó al periodista José Cárdenas de calumniar por haber cuestionado el apoyo de personajes muy cercanos a Elba Esther Gordillo a Morena en la contienda por la gubernatura del Estado de México.
Asimismo, López Obrador acusó a EL UNIVERSAL de ser el “pasquín del régimen” tras difundir los vídeos donde se ve a la diputada local de Veracruz, Eva Cadena, de recibir fajos de dinero en su nombre.
crs