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Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, advirtió que buscará convencer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su política exterior es errónea y contraproducente.
El tabasqueño escribió dos artículos, uno en The Washington Post y otro en el diario francés Le Monde.
“Aspiramos a conformar un gobierno respetuoso frente a su vecino del norte, que no cejará, sin embargo, en su determinación de defender la soberanía mexicana. Para ello, libraremos una batalla de ideas ante quienes alientan el egoísmo, el rechazo de clase, las fobias y la discriminación en todas sus variantes”, escribió el ex jefe de gobierno capitalino.
En el texto publicado en The Washington Post, enfatizó que buscará una relación bilateral armónica entre México y Estados Unidos, basada en la cooperación para el desarrollo. Con la convicción de que en la colaboración ganamos todos. “En la confrontación, Estados Unidos y Mexico perderán”, afirmó.
Subrayó que el triunfo de Trump puede explicarse por el uso propagandístico de consignas electorales diseñadas para aprovechar el descontento y la frustración de sectores de la sociedad estadounidense afectados por el desempleo, la pobreza y las ineficacias de las instituciones públicas, y para desviar la atención “de esos problemas reales y enfocarla en enemigos imaginarios”.
López Obrador aseguró que la lógica del pragmatismo electoral puede estar basada en diagnósticos erróneos y en promesas irrealizables, ya sea por su vaguedad o bien porque chocan con realidades económicas insoslayables. “El objetivo central era llegar a la Casa Blanca, incluso, si para lograrlo fuera necesario fomentar el odio racial, la paranoia colectiva y un orgullo imperial obsoleto en el mundo contemporáneo”, criticó López Obrador.
Destacó que ante el fracaso de Trump en torno al Obamacare, las dificultades para una anulación “rasa” del TLC y el empantanamiento en que ha caído la construcción del muro fronterizo por problemas presupuestales, jurídicos, técnicos y hasta ambientales, la actual administración de Estados Unidos emprendió la criminalización y persecución de los trabajadores migrantes.
Afirmó que tras la elección presidencial de noviembre pasado, la relación bilateral México-Estados Unidos entró en una etapa problemática, no sólo porque la xenofobia y el racismo se volvían política gubernamental y por la amenaza de obstaculizar los intercambios comerciales, sino también por la pretensión abusiva y arbitraria de obligar a los mexicanos a pagar por una cerca fronteriza.
Indicó que pese a solicitarlo, el gobierno del presidente Peña Nieto no asumió una actitud digna y firme ante las pretensiones de la administración Trump, en cambio, Morena puso sus comités en la Unión Americana a disposición de connacionales amenazados con ser deportados.