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Los hechos violentos de Palmarito, Puebla, ocurridos la semana pasada, en los que murieron cuatro soldados y seis civiles, en un operativo militar contra el robo de combustibles en ductos de Pemex, abrieron la discusión en el Senado de la República sobre la necesidad de la Ley de Seguridad Interior.
Pablo Escudero, Roberto Gil Zuarth (autor de una de las iniciativas); Fernando Torres Graciano (PAN), presidente de la Comisión de Defensa Nacional, y Ernesto Gándara Camou (PRI), presidente de la Comisión de Seguridad Pública, comparten la visión de que se requieren ordenamientos que regulen y controlen el uso de la fuerza militar en contra de criminales.
En contraposición, el coordinador del PT, Manuel Bartlett Díaz, afirma que con una Ley de Seguridad Interior se abre una etapa de militarización del país y de pérdida de libertades. A ello, Miguel Barbosa Huerta, de la misma bancada y autor de la segunda iniciativa del tema, destacó que el video en el que un soldado da el tiro de gracia a un civil sometido en el piso, abre un ambiente de incertidumbre sobre dar una ley a las fuerzas armadas en materia de seguridad pública.
Los diputados priístas César Camacho Quiroz y Martha Tamayo Morales, elaboraron una tercera iniciativa sobre el tema; se encuentra en comisiones de la Cámara Baja, junto con las dos de los senadores Gil y Barbosa.
“Todos queremos que el Ejército y la Marina regresen a sus cuarteles, no queremos que sigan en las calles, estamos luchando por una Ley de Seguridad Interior, en un periodo extraordinario”, dijo Escudero.
Con ese ordenamiento “deben decir a qué van, con quién, por cuánto tiempo, van a tener controles. Vamos a obligar a los gobernadores y alcaldes a que inviertan en sus policías y asuman su responsabilidad”, explicó.