Más Información
Otorgar suspensiones es obligación de los juzgadores: magistrado Torres Ángel; “no es delito para abrir una carpeta de investigación"
Da Cámara de Diputados casi 80 mil pesos a Pedro Haces para viaje a Suiza; 19 mil pesos de viáticos por día
Fernández Noroña retira petición a la Corte para que sobresea recursos contra reforma judicial; “no nos moveremos un milímetro”, advierte
horacio.jimenez@eluniversal.com.mx
Juan José Rodríguez Prats es claro y dice que nadie puede cuestionarle o regatearle su panismo tras 23 años de ser militante, después de haber ofrecido mil 749 conferencias sobre Acción Nacional y luego de escribir 11 libros del PAN; y menos después de que uno de los líderes históricos del blanquiazul, Carlos Castillo Peraza, escribió en un prólogo para uno de sus libros que pocos han llegado a conocer la doctrina del partido como Rodríguez Prats. “Me voy a morir siendo panista”, dice.
El ex priísta tabasqueño tuvo un enfrentamiento con el ex presidente Felipe Calderón el 29 de abril, según un audio al que tuvo acceso EL UNIVERSAL. Rodríguez Prats acusó al ex titular del Ejecutivo de haber estado “tomado”.
En entrevista con EL UNIVERSAL dice que en esa sesión renació el PAN que se había acabado por el control que mantuvo Calderón como Presidente de la República. Incluso, sin censura, el tabasqueño asegura que Vicente Fox Quesada sí respeto al panismo y nunca se metió en la vida interna. Acusa que Calderón como titular del Ejecutivo sí se metió en la vida del partido y se murió el debate.
Desde su casa, al sur de la Ciudad de México, y entre torres de libros y fotos con líderes panistas, ex presidentes de la República y reconocimientos por su vida como panista, Rodríguez Prats opina que Margarita Zavala, aspirante a la Presidencia de la República tiene tres problemas: Felipe Calderón terminaría entrometiéndose en su administración, sí es que llega; no le ve los “atributos y las características” fundamentales para ser Presidenta de México y lo más grave, “creo que no ganaríamos con ella”. Sobre Rafael Moreno Valle, en una frase lo dice todo: “No es panista”, lo ve más como un priísta.
Hace mucho no se veía un debate tan intenso en el Consejo Nacional, ¿qué fue lo que pasó?
—No quisiera seguir hurgando, y mejor quisiera darle la vuelta a la hoja, pero hay cosas que tienen que estar sujetas al análisis. El PAN que yo viví tenía eso, había debates preciosos, las sesiones del consejo duraban dos días y yo escuché a Carlos Castillo Peraza, a Jiménez Remus, a Diego Fernández, a Federico Ling Altamirano, grandes oradores, y una de las cosas que tenía que señalar es que ese PAN se perdió, no tanto en al arribo del poder en el año 2000, porque Vicente Fox respetó al partido, yo le tengo muchas objeciones y críticas, pero no se metió en la vida interna del instituto, tan es así que ahí están Luis Felipe bravo y Manuel Espino, que fueron sus presidentes y ellos jamás recibieron una consigna.
Cuando Felipe Calderón llegó a la Presidencia de la República sí se metió en la vida del PAN y por lo tanto se murió el debate en el consejo panista. El sábado renació una de sus más bellas tradiciones, la de debatir y discutir, porque de lo contrario no vas a consolidar una buena unidad.
¿Qué hay detrás de lo que pide Felipe Calderón?
—Felipe Calderón debe reflexionar, porque casi estoy convencido de que es más difícil ser ex presidente que serlo. Creo que buenos ex presidentes en México son escasos. Yo escribí una biografía de Adolfo Ruiz Cortines, creo que don Adolfo fue un buen ex presidente, así como Ernesto Zedillo, o sea es tanto el vértigo, el reto, el desafío y la emoción de estar en la punta del poder que al venir el brusco cambio de no llenar el día de actividades puede desajustar la personalidad y yo creo que Calderón tiene un fuerte desajuste de personalidad, y yo también, porque tampoco estoy pontificado.
Pienso que Felipe tiene un desajuste de querer seguir mandando, de creer que esa es su casa, de creer que el PAN es suyo. Siento que una de las cosas que lo sorprendió el sábado es que haya dicho: “Cómo puede ser que este patán, que ingresó al PAN y que venía del PRI me venga a decir a mí todas las verdades que le dije”, porque dije verdades, salvo por lo que me arrepiento y pedí disculpas en su momento.
En aquel debate Calderón dijo que Germán Martínez y César Nava sí tenían carrera y autoridad de ser panista, pero ¿Rodríguez Prats es panista?
—Tengo el récord, y eso no lo digo yo, tengo un diploma que me dieron por mis mil 500 conferencias y hoy llevo mil 749 conferencias como panista. Tengo 11 libros escritos sobre el PAN, lo he representado y he dado la pelea, he caminado por todo el país apoyando campañas… si todo eso no me acredita como panista y, según él [Calderón], no tengo autoridad moral, pues caray… ahí lo dejo, porque no tengo necesidad de entrar a ese debate.
Él dice que Germán Martínez y César Nava sí tienen autoridad moral, yo no quiero entrar en señalamientos hacía Germán o Nava, pero en el Consejo me dieron ganas de decirle: “Sí, son magnificos panistas, pero... ¿dónde están?” Y hay que ver las cifras, porque los resultados que obtuvieron Germán Martínez, César Nava y Gustavo Madero fueron las peores en la historia del PAN, ahí se desplomó el partido, y en mucho la culpa fue de Calderón por imponer a Germán, a Nava y después el choque con Madero, que nos hizo mucho daño.
¿Se siente cómodo en el PAN?
—Siento que fue la mejor decisión que me iluminó y ni siquiera fue una decisión personal, porque cuando yo vine a casa y le dije a mi mujer que ya iba a renunciar al PRI porque no me dieron la senaduría, le dije: “¿Qué voy a hacer?”, quizá ponerme a escribir, tengo un rancho o irme para allá. Y me respondió: “No, no le hagas al cuento, sí te vas a un partido, te vas al PAN”, y se lo agradezco inmensamente a mi mujer, porque el PAN me ha dado mi lugar. Esa es la regla de oro de un partido político, que el partido le dé al militante el valor que él cree tener.
Digo que voy a morir siendo panista porque lo que más me atrae, y eso lo dice Castillo Peraza en su libro, es la doctrina del PAN, porque yo ante la imputación de que me dijeran tránsfuga y advenedizo empecé a estudiar al PAN.
¿Le ofreció trabajo Calderón?
—Felipe Calderón no me ofreció ningún empleo, eso de que me dio trabajo en la Secretaría del Trabajo, eso no es cierto, ya lo desmintió Javier Lozano. Quien me recomendó ahí fue Diódoro Carrasco, mi vieja relación priísta me recomendó con Javier Lozano, iba a ser su asesor y yo vi en una sesión cómo trató a una de sus gentes y dije: “¿A dónde me vine a meter?”. Después pedí apoyo y en una comida Diódoro me dijo: “Te pido un favor, vete a despedir”, así que regresé y me despedí, cosa que Lozano dijo que no es cierto, y que le ordenó Calderón, y eso tampoco es cierto, la recomendación me la dio Diódoro porque yo andaba ahogado y me refugié como capacitador en la fundación.
¿Fue Calderón quien lo invitó a AN?
—No, ahí está el prólogo de Carlos Castillo Peraza en el libro que yo escribí La Congruencia Histórica del PAN, en el que él platica todo.
Sí tuvimos esa plática en Huatulco y estábamos tomando la copa, él y yo, es más me remito al testimonio de Agustín Basave, estábamos los tres y nos empezó a ofender de que éramos priístas, de repente dice: “Yo te invité”, ¿pues de dónde?, es más Castillo Peraza me comentó: “Sabes que ya tuve un conflicto por haberte hecho el prólogo, me reclamó Felipe Calderón”.
En 2006 me hice diputado gracias a Manuel Espino, porque Felipe Calderón le solicitó: “Tacha a Juan José y pon a una mujer de Campeche, Nelly Márquez”, a lo que Espino respondió: “No, a Juan José lo necesitamos en la Cámara, es una novela”. Y ahora que diga “yo te di trabajo y te invite”.
¿Felipe Calderón perdió el control del partido?
—Efectivamente y ahí está su error, porque el consejo, las listas y la forma en que se palomeaba era mucho por estar en el gobierno, ahí hubo una manipulación brutal y hay que decir que los órganos colegiados del partido también se tambalearon, por eso el 16 de marzo de 2013, cuando Javier Corral propone que no sea el consejo el que elija a los dirigentes, sino que se abra a todo el padrón, la asamblea grita que sí, porque se tenía la mala experiencia de que la lista era manipulada.
¿Ve una batalla encarnizada por la candidatura presidencial?
—Sí, veo una batalla fuerte, pero confío en que superemos esto. Tengo fe en que el PAN, que hoy está mejor posicionado que todos los partidos políticos. Creo que 2018 es impredecible. Claro que vamos a un proceso interno. Enrique Peña Nieto va a designar al candidato del PRI; en Morena el aspirante es Andrés Manuel López Obrador; en el PRD no veo más opción que Mancera y el único partido que va a un proceso interno es el PAN, respondiendo a su más bella tradición democrática.
Yo veo a tres gentes que para mí tienen una gran calidad: Ernesto Ruffo, Juan Carlos Romero Hicks y Ricardo Anaya. Me gustaría un proceso interno donde está el compromiso de Ruffo de depurar el padrón, en donde salgamos y nos demos un abrazo, porque lo que está en juego es 2018 y México, porque yo sí veo la situación sumamente complicada.
¿Ve a Margarita Zavala como candidata a la Presidencia?
—No me gusta que piensen que estoy agrediendo en lo personal, yo la apoyé para ser candidata a la presidencia nacional del PAN y empecé a recorrer el país comunicándola con militantes y de repente sale a declarar que ella aspiraba a la Presidencia de la República. Tuve un choque muy fuerte con ella el 14 de junio de 2015 en su casa, jamás pensé que le pudiera hablar así a una dama, porque no se vale decirnos al cuarto para las 12 que cambias de aspiración.
¿Considera que no tiene la capacidad para ser candidata?
—Le deseo lo mejor de las suertes, pero yo le veo tres cosas que sí le dañan: primero, Felipe Calderón terminará entrometiéndose en su Presidencia, si llega a ganar; segundo, admiro mucho a Angela Merkel; a la guatemalteca, Gloria Álvarez; Yoani Sánchez, en Cuba; Michelle Bachelet y Margaret Thatcher, hay líderes extraordinarios, pero sinceramente a cómo va a estar 2018, el país va a estar en un momento crucial, por lo que no le veo los atributos y las características fundamentales, pero lo más grave, creo que no ganaríamos con ella.
¿A Rafael Moreno Valle?
—Moreno Valle ha atropellado mucho al PAN. Yo veo a un gobernante que está atropellando y queriendo meter a su gente y al auténtico panista defendiéndose, eso es lo que yo veo. Moreno Valle nunca entendió o interpretó si quiera conocer al PAN, su historia, su cultura, no le escuchas un pensamiento de Gómez Morín, un pasado a su historia, la lucha de abnegación y de postulados. Él siente que le hizo un favor al PAN al postularse. Cuando fue senador hubo esa actitud porque era su inicio, pero ya después que empezó a ver que podía utilizar los viejos métodos priístas.
¿No considera a Moreno Valle como un panista?
—No. Para nada.
¿Cómo un priísta?
—Ahí sí, como alguien que utilizó las siglas del panismo, utilizó la fuerza y la trayectoria que traía el PAN en Puebla, porque el PAN en Puebla traía un panismo de larga data, de largo aliento, pero al llegar al poder él niega toda actitud de cercanía y respeto.
¿Si fuera Ruffo o Romero Hicks los apoyaría con los ojos cerrados?
—Sí, sin duda. Ruffo fue un magnifico gobernador de Baja California y Romero Hicks como rector de la universidad de Guanajuato, como senador preparado y con autoridad moral, y Ricardo Anaya es un buen elemento, a mí me han sorprendido ciertas habilidades, sobre todo la operación política en el PAN nos ven con desconfianza al político profesional. Tiene buen discurso, es buen polemista, muchos hablan de que está joven, y habrá que ver y analizar.