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Para la organización de las elecciones presidenciales, legislativas, y más de 30 procesos locales en 2018, el Instituto Nacional Electoral (INE) está preparado, pero enfrenta el reto de mantener su autoridad frente a los actores políticos y evitar ser descalificado por ellos; eso no se lo puede permitir, afirma el ahora ex consejero Arturo Sánchez Gutiérrez.
Asegura que organizativamente el INE sabe hacer su tarea, eso no le preocupa, “pero el comportamiento de los actores sí resulta importante”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Sánchez, quien dejó el cargo el martes, hace un balance de su paso por el instituto. Plantea que el INE no debe ser considerado parte del problema, pues en sus tres primeros años ha afinado mecanismos, reglamentos y coordinación para retos por venir.
Se dice que el INE ya consolidó el Sistema Nacional de Elecciones en estos tres años. ¿Cuáles son los retos de cara a 2018?
—En estos tres años confluyeron tres procesos. Se generaron los reglamentos necesarios para aplicar la ley con una correcta interpretación e incluso todavía se está perfeccionando el Reglamento de Elecciones.
Las elecciones en este periodo han sido un gran laboratorio para los comicios de 2018 y también porque se ha logrado una buena vinculación con los Organismos Públicos Electorales (OPL).
Creo que el reto para que este sistema se consolide es justamente el de fiscalización; otro es que el arbitraje se haga correctamente y, en términos del calendario electoral, lograr cerrar bien el proceso electoral de 2017 antes de que empiece el de 2018.
Menciona que es sustancial cerrar bien las elecciones de 2017, ¿si no seguiría un proceso poselectoral cuando inicie el de 2018? ¿O a qué se refiere con esto?
— Cerrar una elección implica que se acabó todo lo que tiene que ver con tribunales y que tomó posesión todo aquel que deba tomar posesión. Por eso tiene que fiscalizarse rápido [en 47 días], por si eventualmente hay alguna causal de nulidad de elección.
¿Ese sería el peor escenario que vislumbra? ¿O cual sería el temor?
—No, no es temor, simple y sencillamente se trata de organizar bien el trabajo, porque si hay elecciones internas del PRD, más las extraordinarias, el esfuerzo es mayor.
¿Hay algo que le preocupe con relación a 2018? ¿Cómo queda el INE preparado o cómo podrían comportarse los actores políticos?
—La parte de la organización de la elección no me preocupa tanto, si se organiza bien. El INE sabe hacerlo. Eso no me preocupa.
La otra parte la del comportamiento de los actores sí resulta importante. Nada peor que no reconocer la derrota, porque entonces empiezan los litigios y las acusaciones y la autoridad electoral queda a la mitad. Por eso tenemos que ser muy transparentes.