Más Información
politica@eluniversal.com.mx
El régimen político está agotado, no funciona para la coyuntura actual y es en la legitimidad de los gobernantes en donde recae el deterioro, consideró el ex presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Se pronunció por un nuevo régimen político que evite la colisión “a la que vamos, y yo creo que es o gobiernos de coalición o ruta de colisión y esa ruta de colisión la tenemos enfrente”, dijo.
Defendió la necesidad de voltear la mira hacia las administraciones de coaliciones en donde, entre otros, el gabinete correspondiente debe ser ratificado, para así dar calidad a los gobiernos.
“Las ratificaciones de los miembros del gabinete son importantísimas para darle calidad a los gobiernos. Hablamos de dos cosas: gobierno de coalición para gobernabilidad democrática; ratificaciones para asegurarnos de la calidad del conocimiento de quienes integren el gobierno.
“Nunca más una escuela de aprendices, eso es importante, si se llega al gobierno es para poder hacer funcional el gobierno no para llegar a aprender”, aseveró.
Pero “hay que tener presente en la ley que no se trata de un ‘cuoteo’, ya tuvimos épocas en las cuales las cuotas y los cuates fueron aquellos que se hicieron evidentes e indispensables en alguna administración. Si se trata de un nuevo régimen político, la reglamentación deberá evitar que el ‘cuoteo’ de los partidos políticos le reste lo que es el profesionalismo a cada uno de los espacios que van a hacer el apoyo del Presidente o del jefe de Gobierno en turno. Esto es importantísimo”, expresó.
El ex presidente del PRI detalló que la legitimidad que se adquiere mediante las elecciones, “no necesariamente tendrían que ser legitimidades con resultados de 50% o arriba de 50%, ya la legitimidad es la que se adquieren en el ejercicio de gobierno y se van ejerciendo”.
Beltrones participó en el foro Gobierno de Coalición en la Ciudad de México, que organizó la Asamblea Legislativa capitalina, en donde estuvo presente, entre otros, Porfirio Muñoz Ledo; el Consejero Jurídico y de Servicios Legales de la Ciudad de México, Manuel Granados, y la secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado.
El también ex gobernador de Sonora resaltó la necesidad de construir un nuevo régimen político.
Celebró que en la Constitución de la Ciudad de México se incluyera el régimen de gobierno de coalición. Sugirió que la reglamentación de ésta no debe ser compleja, no poner un cinturón que deje poco espacio al oficio político.
Al referirse al tema de legitimidades, Beltrones expuso que actualmente los triunfadores en las elecciones alcanzan menos de 50% de los votos. La legitimidad, expresó, se adquiere en el ejercicio de gobierno.
“Este régimen político que yo declaro en agotamiento total funcionó durante muchos años y el eje principal era que había elecciones, no había tanta fragmentación del voto, no había tantos partidos políticos”, mencionó.
De 1994 a la fecha, enumeró, los presidentes que han sido electos no superan 45% de los votos y cada proceso es menor la cifra. Los apoyos para el gobernante, resaltó, se logra con negociación política, por ello es necesario tener un nuevo régimen para evitar una colisión del sistema.
Explicó que “la elección de 2012 no fue muy distinta. El candidato triunfador tuvo 38.6%, 31 del PRI y siete del Verde, ¡ojo! La caída en lo que es el apoyo electoral de cada uno de los presidentes es evidente”.
Beltrones agregó que “es posible que el próximo Presidente o Presidenta [en 2018] tenga una base de apoyo de 30%. En el Estado de México, entre los cuatro partidos, es posible que quien gane tenga menos de 30% de apoyo. Estamos ante algo evidente que nos obliga a hacer algo distinto”.
Hoy se vive, añadió, un régimen en el que gana, gana todo, y el que pierde, pierde todo. “Y se dedica [el que pierde] a fastidiar al que gana”, subrayó.
Beltrones añadió que la ruta para lograr gobernabilidad democrática es recurrir a los gobiernos de coalición.
Cuestionado sobre una segunda vuelta electoral, Beltrones Rivera mencionó no estar de acuerdo con ésta, porque lleva al mismo problema, pero con distinta ruta.
