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alberto.morales@eluniversal.com.mx
Estados Unidos no intervendrá en las elecciones presidenciales de México en 2018, aseguró Larry Rubin, representante del Partido Republicano en nuestro país.
“Creemos que quien sea electo presidente de México en 2018 será el correcto, ya sea de izquierda, derecha, centro o de cualquier corriente. Creemos que es importante apoyar al próximo mandatario y definitivamente Estados Unidos no intervendrá en estas elecciones”, aseguró en conferencia de prensa.
Afirmó que para Estados Unidos es muy importante que el próximo mandatario mexicano —sea del partido que sea— entienda que es fundamental la relación entre ambas naciones.
“Estados Unidos trabajará de cerca con el presidente que México elija en 2018. Como en cualquier país, los senadores podrán tener diferentes opiniones, esperemos no públicas, sobre quién sería el mejor mandatario, pero creo que Estados Unidos hará bien con reflejarse muy neutral. No nos preocupa [que sea de izquierda] porque los mexicanos escogerán al mejor candidato”, dijo.
Lo anterior, en alusión a las opiniones del secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y del senador John McCain, en el sentido de que si mañana fueran las elecciones en México, “un candidato de izquierda y antiestadounidense ganaría y eso no le conviene a EU ni a México”.
El republicano expresó que en su país no se verán acciones como las que realizaron senadores mexicanos, en el proceso electoral del año pasado en Estados Unidos, en el que algunos legisladores se pusieron la camiseta en favor de la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
Ayer, el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, pidió al gobierno de Estados Unidos no intervenir en el proceso electoral de México o y a pregunta expresa, Rubin coincidió con el político tabasqueño.
“Efectivamente, vimos un gran respeto en el proceso electoral por parte de Andrés Manuel López Obrador, por lo que seguiré afirmando en las reuniones que tenga que todos los actores políticos de Estados Unidos hagan lo mismo, que no se quiera actuar cono se hizo aquí en el Senado, ese fue un grave error”, señaló.
Larry Rubin consideró que en el tercer trimestre de este año podría darse una reunión entre el presidente Trump y el presidente Enrique Peña Nieto, en un formato similar al que realizó el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, acompañado de un grupo de empresarios.
El político estadounidense coincidió en que el muro en la frontera no se llevará a cabo en toda la línea fronteriza de costa a costa, sino que habrá apoyo de tecnología para evitar los cruces ilegales.
“Es muy relevante que el secretario Seguridad Interna, John Kelly, haya dicho que la construcción del muro no se planea realizar de un lado al otro de Estados Unidos, sino que se lleve a cabo con diferentes medidas; hay una tercera parte del muro construida y un poco lo que nos dijo el secretario es que buscarán medidas como mayor seguridad con agentes y seguridad electrónica, no necesariamente un muro físico”, dijo.
Mensaje de Trump a Siria. Sobre el ataque de la administración de Trump a Siria, el republicano expresó que el mensaje es que Estados Unidos no será un espectador de una masacre como la que llevó a cabo el régimen de Bashar al-Assad.
“Fue evidente el liderazgo del presidente Trump en esta última semana, con su incursión a Siria, después del ataque químico que usó Bashar al-Assad. Creo que a diferencia de Barack Obama, cuando dijo que iba a hacer algo y no lo hizo, el presidente Trump sí lo hizo, con 60 misiles con los que bombardeó Siria como respuesta al genocidio”, destacó.
Rubin dijo que la señal del gobierno estadounidense a Rusia, Irán y Siria es que las acciones genocidas no serán permitidas acción que, agregó, fue respaldada por sus aliados.
“Difícilmente se entrará a una tercera guerra mundial; por el contrario, se busca dar una señal muy clara de que Estados Unidos no se va a estar con rodeos, a diferencia del gobierno anterior,cuando Rusia invadió Ucrania; la geopolítica espera que Estados Unidos sea fuerte”, aseguró.
Rubin consideró que cuando arranquen las negociaciones del TLCAN vamos a ver a una administración estadounidense dispuesta a trabajar de la mano con México, porque el enemigo en el comercio es China. Recordó que la nación asiática tiene un déficit de 300 mil millones de dólares con Estados Unidos, cinco veces lo que tiene México. Comentó que esta misma semana viajará a EU para cabildear su posible nominación como embajador en México.