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El coordinador del Partido del Trabajo (PT) en el Senado, Manuel Bartlett Díaz, puntualiza que encabeza la tercera fuerza política en la Cámara Alta, que es de Morena, y afirma que la conducirá con la línea política de Andrés Manuel López Obrador.
Dice que los 16 senadores interpretarán el pensamiento del líder más importante de la izquierda para plasmarlo en el trabajo en comisiones y sus votos en el pleno. Con todo, los recursos económicos del grupo no irán a la campaña de López Obrador.
El dinero de la bancada será empleado como lo dispone la ley, en el trabajo político y parlamentario, y de la actividad que tengan se desprenderá, aclara, la coincidencia con las expresiones de López Obrador que busca un cambio de régimen.
Los nueve senadores que se adhirieron a la bancada pasaron el filtro ideológico político,y en una cena con López Obrador cada uno le expresó su adhesión y agradecimiento personal.
Entrevistado en su oficina, en el reducido espacio aún de la bancada del PT, al reconocer el liderazgo de López Obrador, el senador Bartlett Díaz afirma que tiene “fe total” en el tabasqueño quien, dice: “Es un fenómeno”.
Se incorporan nueve senadores...
—Y pudiera haber más. El tránsito de este grupo de senadores hacia Morena es de mucha importancia, es formar la tercera fuerza que se suma al movimiento de López Obrador.
¿Esto potencia mucho el proyecto de López Obrador?
—Sí, y explica una realidad que se da en el país.
¿Cómo surge esta posibilidad?
—La decisión es de ellos [los legisladores]. Hacen una expresión de adhesión al programa, al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Hablaron sobre la adhesión con López Obrador?
—Hubo una cena, en la que expresó el senador Miguel Barbosa la voluntad del grupo. Pero luego cada uno de ellos dijo a Andrés Manuel su adhesión. Andrés Manuel lo agradeció y allí empieza el movimiento formal, ya acordado con él directamente.
¿De acuerdo en que se dé esta integración?
—Sí, así es. Yo fui invitado a la reunión junto con la senadora Layda Sansores, de manera que haya un signo de que habíamos ya comentado varias veces que serían recibidos.
¿De esa cena a ahora el escenario político cambió?
—Lo que ha habido es una evolución en el proceso que han seguido ellos.
¿En la cena estuvieron de acuerdo en que usted es el coordinador del grupo? ¿Qué más acordaron?
—No se acordó en realidad nada, salvo que estaban con Andrés Manuel y su agradecimiento a él. No hubo acuerdo, eso viene después, en las pláticas que nosotros tengamos. Miguel Barbosa Huerta reconoció la coordinación de Manuel Bartlett.
¿De qué manera va a conducir la bancada?
—Como hemos conducido la de PT-Morena. Hay distribución de responsabilidades en comisiones. Hoy crecemos en capacidad de representación en el trabajo fundamental que hay en comisiones.
Hay una línea que es evidentemente ideológica y política.
¿En qué consiste?
—Vamos a ser escuetos. Es una línea de izquierda, pero en lo particular aquí es la línea de Andrés Manuel López Obrador. Él no es una persona de estar dando señales todos los días. Hay que interpretar cuál es nuestra posición en tal punto. Siempre la línea política es Andrés Manuel López Obrador.
¿Lo que diga el líder?
—La línea es esta [muestra la portada del libro 2018, La salida, con un retrato del tabasqueño]. La relación ideológica política la resumo: se llama Andrés Manuel López Obrador. Es el dirigente de izquierda más importante de este país.
¿Así orientará el trabajo legislativo?
—Lo que coincida con el pensamiento de Andrés Manuel será para nosotros una directriz muy clara a favor o en contra. Las iniciativas de nuestra parte dependen de estar vinculadas al proyecto. No puedes presentar iniciativas que choquen con los planteamientos generales del partido o de Andrés Manuel López Obrador.
¿Armonizarán siempre esta parte de la tarea?
—Es tarea cotidiana.
¿Los que asistieron a la cena con López Obrador pasaron el filtro ideológico político?
—Sí, claro. Ellos expresaron su intención de sumarse a un proyecto. No se suman en abstracto.
¿Es la bancada de Andrés Manuel López Obrador?
—Así es.
¿Es un instrumento legislativo político de acción?
—De Morena.
¿Eso es excelente para un actor político que quiere ser presidente?
—Hay esa vinculación, así como los priístas están vinculados al presidente Peña Nieto, aunque ahora estén un poco arrepentidos, están con su pensamiento. Nosotros estamos con este [señala el libro], precisamente.
¿A quienes llegan al PT, o mejor, a Morena, hay que perdonarles algo del pasado?, ¿el Pacto por México, por ejemplo?
—Ellos llegan explícitamente porque consideran que el programa y proyecto de país de Andrés Manuel es el que debe regir en México. El trabajo aquí depende de la presencia que tengamos en las comisiones.
Las diferencias personales entre Miguel Barbosa y Layda Sansores, ¿cómo las va a limar?
—En cuatro años ha habido infinidad de discusiones públicas, posiciones encontradas, como es lógico en un parlamento. Yo he tenido diferencias en tribuna con algunos de los que vienen para acá.
Ellos han tenido diferencias conmigo. Nada más que el proceso del camino hacia el nuevo régimen, hacia lo que todos aspiramos, que haya cambio de verdad, que salgan el PRI y la derecha panista y su modelo neoliberal y entreguista. Nosotros estamos unidos en contra de todo eso.
La relación personal en el Senado nunca es de enojo absoluto. Salimos y nos saludamos. [Las discusiones] no pasan a cuestiones personales. Cuando hay alguna posición que sobrepasa la cuestión política y personal he oído varias veces el “bu”, que eso no está bien. Hay un límite.
¿Qué hacen en el pleno: olvidan, perdonan, se hacen majes, cuando se ve que están en una situación ofensiva?
—Se llega a las ofensas, pero es el debate que no puede llevar a una irreconciliable situación de odio y rencor. Todos salimos de ahí y nos damos la mano. Se pasa. Las alianzas en política a nivel mundial tienen estas características. Vean la segunda vuelta, en la que van juntos los que no coinciden.
¿A poco ustedes los legisladores no tienen la piel sensible?
—La tenemos, pero depende de qué pasa. Eso se disipa.
¿En qué son intransitables?
—Nuestra posición ha sido radicalmente en contra del modelo neoliberal. Hay acuerdos, leyes, decretos, puntos de acuerdo que no ponen en el tablero al modelo y son materias positivas, pero no aceptamos expresiones del modelo neoliberal.
En el historial de votaciones llegan senadores de los nueve legisladores que no votaron…
—Igual que nosotros, que somos de oposición al modelo neoliberal.
¿Cómo aceptar a quienes dicen que ahora se suman a Andrés Manuel López Obrador?
—Sobre estos legisladores, quienes están con el proyecto de Andrés Manuel, hay una línea que está por encima de pequeñas diferencias.
¿Con el paquete administrativo se vuelve más robusta la bancada en cuestión presupuestal?
—La regla de distribución de todo es el número de senadores. Por eso presenté un escrito para decir que ha cambiado el equilibrio político, somos la tercera fuerza y tenemos que revisar todos los recursos, en comisiones, espacios físicos, asesorías y personal de apoyo.
¿Por eso lo veo tan contento?
—Sí, claro. Estamos muy contentos.
¿De aquí habrá dinero para López Obrador a su campaña?
—Aquí el dinero es para lo que establecen las reglas del Senado. Te diré, ¿no habrá dinero de Emilio Gamboa para Peña Nieto? ¿Y del Verde? Tenemos límites, toda una estructura que se aplicó hace un año; en materia de recursos nos apegamos a esas reglas.
¿Por disposiciones y por voluntad no hay dinero para López Obrador de la bancada de Morena?
—Nosotros tenemos los recursos para las funciones que están establecidas en el reglamento.
¿No para la campaña?
—Eso está hasta prohibido, está penado por la ley.
Sí, hay muchas cosas que están prohibidas...
—Y se hacen. Pero nosotros no, nosotros somos diferentes. Los recursos son para fines políticos, para actividades políticas en nuestros estados, que coinciden nuestras actividades con la línea; la línea está en la tribuna, fuera de la tribuna, en los estados, en las conferencias de uno, etcétera.
¿Ustedes van a dar hits con esta posibilidad?
—Es el objetivo. Por eso se vienen.
¿Los contrarios nunca vieron esta posibilidad?
—Son decisiones personales tomadas en relación con la política nacional. No creo que los que tienen el control político fundamental hayan podido detener una evolución hacia López Obrador o Morena.
¿Por qué le tiene usted tanta fe a López Obrador?
—Mi fe es total. Claro que tengo fe en él. Yo tengo muchos años en la política y estoy convencido de que él es lo que México necesita o que ha necesitado en este periodo escandaloso de entrega del país, de entrega de los recursos naturales al extranjero, de una corrupción rampante que empieza en la Presidencia de la República.
¿Por qué más su fe es total?
—Yo lo vine a conocer aquí, en México, cuando fui senador del PRI, en el divorcio completo del priísmo salinista, representado en el Senado por Enrique Jackson y su lugarteniente, Emilio Gamboa. Teníamos un grupo que mantuvo la bandera nacionalista contra un priísmo asociado al PAN, a Fernández de Cevallos. Ahí entré en contacto con Andrés. Nos vimos en algunas reuniones. No lo conocía y se dio una identificación con él.
Contra la reforma energética de Calderón y en diferentes posiciones me invitó a sumarme con él, lo que se vino a realizar hasta esta elección que me trajo al Senado, invitado por él.
Pero en el intermedio tuvimos muchas actividades juntos. En el debate sobre la reforma energética de Calderón yo participé en el Senado, con un espacio que él me abrió, no siendo senador. Hubo muchas situaciones en las que coincidimos y de ahí me fui acercando a él.
No conozco a ningún político que hoy pueda salvar a este país del desastre total, de corrupción, de entrega a Estados Unidos. Él es el único que lo puede hacer porque tiene una estructura única, ¡es un fenómeno!
Su honestidad, su vida personal, su trabajo perpetuo con la gente, con el pueblo, que no es retórica, que ahí está, que ahí lo vemos; es el hombre. Ningún otro va a sacar adelante a este país, hay que darle una vuelta, hay que limpiar a la nación.
El sí lo puede hacer, porque está comprometido con eso de verdad. Vive así y luego le inventan que tiene hipódromo, coches, no sé qué, pero vive con enorme modestia.