Para deslindar la imagen del ex fiscal Édgar Veytia —y por lo tanto la de su gobierno— de los señalamientos de complicidad con la delincuencia organizada, el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, recurre a los índices oficiales sobre la reducción de la violencia y la percepción de seguridad en el estado.

“No creo lo que dicen de él, pero tampoco estoy en este momento tan tranquilo y tan confiado de que él haya hecho una gestión totalmente limpia”, ha dicho el mandatario y aseguró que en Nayarit, Veytia dio los resultados que se le exigieron.

Sin embargo, los señalamientos contra el fiscal comenzaron poco después de que fue nombrado, en febrero de 2013, titular de la Fiscalía General del Estado por un periodo de siete años y se otorgó autonomía casi absoluta a esta dependencia.

El mismo Veytia conocía esos señalamientos y los minimizaba: “Allá afuera tengo mil historias, muchas de terror (…) ahorita van a hablar mucho [los candidatos de oposición durante la campaña electoral] de actos de corrupción, van a hablar de que soy muy duro, que soy un fiscal de hierro, de lo que me pusieron de que soy sicario, de todo eso que está en las redes”, dijo para EL UNIVERSAL en febrero pasado.

El fiscal se refiere a videos como el publicado en febrero de 2012 por el usuario de YouTube Joseestrada701, donde un sujeto que dice apodarse La Guayaba —notoriamente golpeado por quienes lo interrogan— aseguró pertenecer al Cártel de Los Zetas y recibir el apoyo de Veytia, que en ese tiempo era subprocurador estatal.

En la entrevista con EL UNIVERSAL, el fiscal señaló que para obtener el título de doctor en Ciencias Forenses trabajaba una tesis sobre narcomenudeo y narcotráfico.

La madrugada del 13 de octubre de 2013, en Santa María del Oro, ocurrió un enfrentamiento entre elementos un grupo delictivo que acababa de salir de una fiesta y elementos de Marina; tras el tiroteo, en el que resultó herido el cantante Remmy Valenzuela, fueron detenidos varios miembros activos de la Policía Nayarit, corporación al mando de Veytia.

Se especuló que en esa fiesta también estuvo presente el fiscal de Nayarit; aunque esa información nunca ha sido confirmada, dio origen a una serie de señalamientos en su contra que han permeado en varios niveles de la sociedad nayarita.

En diciembre de ese mismo año ejidatarios y pobladores de La Peñita de Jaltemba, en el municipio de Compostela —gobernado actualmente por la suegra de Veytia, Alicia Monroy Lizola— lo denunciaron públicamente de amenazarlos, extorsionarlos y despojos de varias tierras.

En agosto de 2016, tras el secuestro de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán en el restaurante “La Leche”, en Puerto Vallarta, se dijo que ambos se alojaban en un complejo turístico de Bahía de Banderas, Nayarit, donde, se especuló, estaban protegidos, pero perdieron esa protección al cruzar a Jalisco.

Meses después, los hijos de Julián Venegas Guzmán, compadre de El Chapo, acusaron al fiscal de encubrir el secuestro de su padre, pues aseguran que en él participaron miembros de la Policía Nayarit, que estaba bajo el mando de Veytia.

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