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En un mensaje por el Día Internacional de la Mujer a celebrarse mañana 8 de marzo, la primera dama, Angélica Rivera de Peña, afirmó que son las mujeres pilar inquebrantable de la familia y del país, dispuestas siempre a luchar por la igualdad, la justicia y el progreso con equidad.
La esposa del presidente Enrique Peña Nieto hizo un reconocimiento a las mujeres del país en esta fecha y sostuvo que es mucho lo que se ha hecho por el empoderamiento de la mujer, pero todavía hay mucho camino por recorrer.
“En el Día Internacional de la Mujer vemos que, por muchos años, hemos luchado a favor de la igualdad, la justicia y el progreso con equidad. Las mujeres dan la vida, educan, alimentan, pero también trabajan y contribuyen a la edificación de las naciones”, indicó.
Refirió que México ha sido más grande en la medida en que ha dado mayores oportunidades a la mujer. Ahora tienen más espacios en los puestos de representación popular, en las dependencias, son ellas las que han dado el ejemplo de amor, de esperanza, y sobre todo de lo que es trabajar para alcanzar la prosperidad, el desarrollo, la paz, la justicia.
Señaló que el 8 de marzo es una fecha especial que se conmemora en muchos países del mundo, donde las mujeres, sin importar fronteras, origen étnico, lengua o cultura, nos unimos para reflexionar y emprender acciones.
“No se trata de rivalizar con los hombres, no es una competencia de inteligencia, fuerza o de conocimiento. No, la mujer respeta y reconoce en el hombre sus cualidades, pero la mujer también exige que se le dé el lugar que merece en la toma de decisiones, en la contribución para hacer que este país sea mejor y más justo, con mayor igualdad. Es mucho lo que podemos aportar para construir un mundo más armónico, si aprendemos a caminar juntos”, resaltó.
Mencionó que la mujer ha estado presente en momentos clave como la lucha por la Independencia, la Revolución Mexicana o en los sismos de 1985 y otras situaciones que forman parte de nuestra historia, siempre apoyando con amor, firmeza y como pilar inquebrantable de la familia y del país.
