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El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) dio el adiós hoy a los consejeros Beatriz Galindo Centeno, Arturo Sánchez Gutiérrez y Javier Santiago Castillo, quienes concluirán su encargo de 3 años el próximo martes 4 de abril.
En la última sesión del Consejo en las que les toca participar, los consejeros fueron despedidos con el reconocimiento de la mayoría de los partidos y de los demás integrantes del INE.
Ellos, en tanto, defendieron sus decisiones y aseguraron que actuaron con independencia.
“La experiencia en materia electoral y en órganos colegiados, sus conocimientos sobre la doctrina jurídica y sobre el funcionamiento de las instituciones electorales fueron, desde mi perspectiva, sumamente valiosos para darle viabilidad al nuevo modelo de la democracia mexicana”, dijo en agradecimiento el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
“Ustedes tres: Beatriz, Arturo, Javier, pasarán a la historia de esta institución como actores primordiales de esa tarea de consolidación de los cimientos del nuevo Sistema Nacional de Elecciones”, agregó.
El secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina sintetizó que el legado de los tres deja huella en el INE. El Reglamento de Elecciones tiene apellido de Galindo. La certeza en la organización electoral el de Sánchez y la insistencia en que la eficiencia es la base de la credibilidad del INE se apellida Santiago.
En su despedida de la sesiones del INE, Galindo Centeno aseguró que en su gestión actuó conforme principios que rigen la función electoral y aclaró que, ante los señalamientos de que conformó junto con otros consejeros un bloque para sacar adelante ciertos temas, esas “supuestas coincidencias” no quedaron demostradas.
En los votos particulares, razonados y concurrentes, “me ubiqué con el grupo de consejeros un poco obstinados. Pamela, Javier, Benito y José Roberto, con ellos coincidí en la mayoría de los votos en contra”, indicó.
Expresó que sin una institución como el INE “la ciudadanía enmudece y la democracia se apaga” y se pronunció por dejar de ver al Instituto sólo como un árbitro pues realiza muchas más tareas.
Y en todas ellas debe resolver sustentado no únicamente en argumentos políticos, por un mero contexto social o por enviar un mensaje a la ciudadanía, sino que “está llamado a aplicación exacta de la ley”.
El consejero Arturo Sánchez también defendió su actuación, “la Institucionalidad fue siempre mi guía y mi comportamiento como funcionario, no sé si siempre lo logré, pero en todo momento y en cada decisión tomada esa fue mi convicción”
Hizo un recuento de su paso por las instituciones electorales, en el extinto Instituto Federal Electoral (IFE) como funcionario y luego como consejero y cómo pudo ser testigo de avances impensables, como la alternancia en la Presidencia, el respeto al voto, el fin de las mayorías absolutas en las cámaras del Congreso y el paso a los gobiernos divididos.
Eso ha sido posible porque hay y habrá “que no quepa duda, instituciones electorales encargadas de hacer respetar el derecho político fundamental de los ciudadanos, el voto libre y secreto”.
“La Institucionalidad está por encima de nuestras posiciones individuales, las personas pasan, las instituciones quedan”, indicó.
Me afané –defendió por su parte el consejero Javier Santiago Castillo- “en una actuación equilibrada, estoy convencido de que no siempre lo logré. Pero mi objetivo fue ni complacencia fácil mi voluntarismo ciego.
“Lo hice así porque la experiencia me ha enseñado que en el lugar que ocupa dentro de la sociedad y de las instituciones cada quien ha de decidir entre ser lastre o intentar ser semilla. Es así que quise actuar conforme a mi conciencia”, sostuvo.
Aseguró que hay desesperanza en la sociedad y la tarea del INE, todos los actores políticos, “es dar esperanza, pero dar esperanza concreta en el desempeño de nuestro trabajo cotidiano, a través de él, cumpliendo los compromisos adquiridos.es “dar esperanza a través del trabajo concreto con el cumplimiento de los compromisos”.
