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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Tabaco, alcohol, drogas naturales y químicas son algunas de las sustancias a las que están expuestos niños y adolescentes en México, por tal motivo y a fin de evitar su consumo, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) presentará seis guías enfocadas en la prevención.
Estos suplementos, que están dirigidos a niños divididos en grupos de 6 a 9 años de edad; adolescentes de 10 a 12 años, padres de familia y maestros, explican qué son las drogas, cuáles son sus efectos y sus consecuencias, así como la importancia en la toma de decisiones.
La guía titulada Creando mi mundo de protección, es para menores de seis a nueve años. En ella se muestra a los infantes estilos de vida que les permitirán crecer sanos, por ejemplo: comer bien, hacer ejercicio, mantener una buena higiene, cuidar el ambiente y alejarse de sustancias nocivas.
Para acercar a los niños a los temas de adicciones, se les cuestiona sobre qué es lo que saben del tabaco, el alcohol y otras drogas; sí han visto a alguna persona fumar, y sí conocen las sustancias que contienen los cigarros, por ejemplo. Se hace énfasis en que el tabaco y el alcohol son drogas legales y que su uso está permitido para personas mayores de 18 años. Sin embargo, advierten que ocasionan problemas en pulmones, hígado, corazón, riñones y piel.
También se habla de las drogas no permitidas ni en mayores de edad, que son la marihuana y la cocaína. “No debes usar ningún tipo de droga porque estás creciendo y puedes dañar la manera en que aprendes; tampoco podrás hablar bien y te costará trabajo hacer amigos, correr, brincar, caminar, subir escaleras. ¡Imagínate no poder hacer todo lo que te gusta!”, se lee en el libro.
Desde este tomo se enseña que los seres humanos tenemos que tomar decisiones y que cada una implica una consecuencia.
La guía especializada para niños de 10 a 12 años lleva el nombre Yo elijo mi vida sin drogas. En ella se explican las consecuencias a corto y largo plazos de consumir sustancias nocivas, así como la adicción a ellas.
Se ofrece a este grupo infantil 10 claves para evitar el consumo de drogas, como llevar una vida saludable, informarse sobre los efectos de las drogas, expresar lo que sienten y piensen de forma clara, tomar sus propias decisiones y responsabilizarse de ellas. Se invita a los niños a realizar un proyecto de vida para que visualicen las metas que desean alcanzar.
Los tres textos para adolescentes explican con detalle lo que ocurre cuando se consume alcohol, tabaco y drogas como marihuana y cocaína.
En el caso de la ingesta de bebidas embriagantes, destacan el programa Conduce sin Alcohol, dado que en el país 23% de las muertes por accidentes de tránsito con conductores intoxicados con estos líquidos ocurren en el sector de jóvenes de entre 15 y 24 años, indican.
Con respecto al tabaco, la guía La neta del tabaco y algo más informa que en México la edad más frecuente para empezar a fumar es entre los 13 y 14 años, y que cuando el consumo inicia en la adolescencia se incrementa el riesgo de usar otras drogas.
Se presentan señales de alerta que sirven para que el adolescente sepa cuando alguien está fumando en exceso, como ansiedad, disminución del rendimiento en la escuela, presentar cambios en la personalidad y humos, perder el apetito y presentar tos persistente, además de tener mal olor en el cabello, piel y ropa.
Edad de inicio. A su vez, La neta de las drogas y algo más ofrece información y actividades para que los jóvenes desarrollen habilidades y cuenten con estrategias para prevenir el consumo de drogas ilegales. Se precisa que más de 17% de los estudiantes de secundaria y bachillerato han probado alguna sustancia ilegal y comenzaron su consumo a los 13 años.
Las drogas consumidas con más frecuencia son, en el caso de estimulantes (aceleran el funcionamiento del sistema nervioso central), anfetaminas, conocidas como anfetas, en pastillas o cápsulas. La cocaína es el segundo estimulante más usado.
Entre las depresoras (no provocan tristeza, sino que disminuyen el funcionamiento del sistema nervioso central), están los tranquilizantes, que médicamente se usan para calmar y reducir estados de ansiedad pero los adolescentes las consumen sin receta, en dosis altas y sin control.
Están las drogas alucinógenas, que alteran la percepción de los sentidos y se encuentran en la naturaleza o como sustancias químicas; la más usual es la marihuana.
La quinta guía, Hablemos sobre el alcohol, tabaco y otras drogas, está dirigida a padres y maestros, y tiene el objetivo de que este grupo de personas desarrolle habilidades para prevenir el consumo de esas sustancias en los adolescentes.
“Como padre, se te proporcionan estrategias de prevención, como el fomento de la comunicación dentro de la familia, la construcción de una autoestima sana, la toma de decisiones, el manejo de emociones y el desarrollo de hábitos saludables en tus hijos adolescentes”, indica.
A los maestros les explican que la escuela puede ser un factor de protección para evitar el consumo de estas drogas y cómo es que pueden fomentar conductas saludables en los alumnos, además de presentar señales de alerta que les ayuden a identificar consumos y sepan a dónde acudir para solicitar ayuda profesional.