El Consejo General del INE aprobó un segundo paquete de austeridad y ahorro en sus operaciones, por un monto estimado en 115 millones de pesos, sin que se afecte la organización de las elecciones este año en cuatro estados, y en 2018 de los comicios para Presidente de la República, Congreso de la Unión y de órganos electivos en 30 estados.

Las medidas aprobadas este viernes se traducirán en que el INE no incremente el presupuesto para consumo de gasolina, pese al alza en los costos del combustible; serán reducidos gastos de viáticos y transporte, con la realización de reuniones virtuales; serán eliminados o pospuestos proyectos que no afecten los procesos electorales; se promoverá el uso de firma electrónica y de medios magnéticos para el ahorro de papelería y materiales de oficina.

El presidente del Consejo General, Lorenzo Córdova Vianello, explicó que los 115 millones de pesos que se prevé podrán ahorrarse estarán disponibles para cubrir, en su caso, eventos extraordinarios, y al final del ejercicio de este año, los ahorros acumulados serán enterados a la Tesorería de la Federación.

De hecho, esta economía sumada a otros ajustes presupuestales sumaría mil seis millones de pesos, con los cuales el INE se propone actuar ante la incertidumbre de la economía, así como a la reprobación de los sectores de la sociedad al instituto, que necesita estar en contacto con la gente por la naturaleza de sus funciones.

La cantidad de mil seis millones de pesos que podría ahorrar el INE, corresponden, detalló Córdova Vianello, a 591 millones de pesos, del 5% en que redujo su anteproyecto de presupuesto para este año, respecto del de 2016; otros 300 millones de pesos, los restó la Cámara de Diputados al aprobar el gasto de este año.  Finalmente, se agregan los 115 millones de pesos aprobados en esta ocasión.

Los consejeros del INE, en enero aprobaron reducir sus sueldos 10%, y dictaron medidas de control de su programa de ahorro y austeridad, a fin de que trimestralmente se les presente un informe del gasto.

El proyecto de construcción de una nueva sede para el INE, dentro del predio que ocupa actualmente, fue suspendido como una de las primeras medidas de austeridad, y representó un ahorro de mil 70 millones de pesos, que ya fueron enterados a la Federación.

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