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Las redes sociales comienzan a cambiar la manera en la cual se ejerce la diplomacia entre Estados Unidos y México.
Los tuits del presidente estadounidense Donald Trump ya mostraron su impacto en la economía y lograron la cancelación del viaje del presidente Enrique Peña Nieto a ese país. A través de Twitter, se generó un extrañamiento del gobierno mexicano con el de Israel.
A partir de que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, el pasado 20 de enero, ha publicado nueve tuits sobre la necesidad de reforzar sus fronteras para evitar el ingreso de inmigrantes indocumentados y de “regresar” a Estados Unidos los empleos generados en otros países, temas sobre los cuales relaciona a nuestro país.
En seis de sus publicaciones en esta red social, las cuales inicia todos los días antes de las 07:00 hora local, se ha referido directamente a nuestro país. El último fue el del pasado 27 de enero cuando el presidente estadounidense se refirió al déficit comercial de Estados Unidos con respecto al de México.
“México se ha aprovechado de Estados Unidos por bastante tiempo. Los enormes déficits comerciales y su poco apoyo en la débil frontera, deben cambiar ahora”, dijo a través de su cuenta personal @realDonaldTrump.
Tres tuits generaron una respuesta del gobierno mexicano, en específico del presidente Enrique Peña Nieto, y un extrañamiento en las negociaciones que se estaban llevando a cabo entre ambos países.
Se trata de las publicaciones del 25 y el 26 de enero: en la primera, anunció que Estados Unidos construirá la ampliación del muro fronterizo con nuestro país, en medio de la primera mesa de negociación entre el equipo mexicano (liderado por los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo).
El tuit generó reacciones en México: el presidente publicó un video a través del cual lamentó y reprobó la construcción del muro fronterizo, y la orden ejecutiva para para implementar medidas migratorias, la cual afectaría a las comunidades mexicanas residentes en aquel país; reiteró que nuestro país no pagará la construcción del muro.
Al día siguiente, el 26 de enero, en dos publicaciones por Twitter a las 05:55 horas, Donald Trump “desinvitó” al presidente Enrique Peña, con quien tenía planeado reunirse el 31 de enero.
“Ha sido un acuerdo unilateral desde el inicio del TLCAN se ha perdido una cantidad masiva de empleos y empresas. Si México no quiere pagar por el tan necesitado muro, entonces sería mejor cancelar la próxima reunión”, dijo en @realDonaldTrump.
El presidente mexicano respondió a las 08:48 horas en un mensaje en el cual arrobó a la cuenta oficial del presidente estadounidense para informar que: “Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS”.
Otra muestra en la cual las redes sociales han implicado un cambio en la manera en la cual se emiten mensajes que afectan las relaciones diplomáticas de México, fue el conflicto generado por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien el sábado pasado publicó un tuit en su cuenta en la cual apoyó la construcción de la ampliación del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
“El presidente Trump está en lo correcto. Yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Detuvo la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”, posteó en su cuenta @Netanyahu.
La publicación generó la respuesta del gobierno mexicano a través de su embajador en Israel, el cual a través de su Secretaría de Relaciones Exteriores manifestó su “profunda extrañeza, rechazo y decepción” por el mensaje de Netanyahu respecto a la construcción del muro, “México es un amigo de Israel, y debe ser tratado como tal por su Primer Ministro”.
Hoy, Netanyahu se deslindó de las reacciones generadas por su publicación al señalar que no se había referido a México, y responsabilizó a los medios de comunicación de emprender una “caza bolchevique” y un “lavado de cerebro”.
"El presidente Trump elogió el muro que fue construido bajo mi supervisión en nuestra frontera con Egipto. Dijo que (el muro) detuvo casi por completo las infiltraciones ilegales hacia Israel. Y yo respondí que estaba en lo correcto", aseguró ante el Parlamento israelí.
