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politica@eluniversal.com.mx
El secretario general de la OEA, Luis Almagro Lemes, dijo en el Senado que México está preparado para negociar con el gobierno de Donald Trump y sacar de ello la mayor ventaja, debido a que los esquemas de colaboración de México y Estados Unidos (EU) tienen solidez.
Consideró que construir un muro fronterizo sería una muestra de debilidad estadounidense, y destacó que la OEA defenderá los derechos de los migrantes que sean deportados a México. “Un país tan importante como México, con la población que tiene, con sus capacidades productivas, tiene las posibilidades para plantarse en negociaciones con EU o con cualquiera, para lograr los mejores resultados para su sociedad y su sistema político”, aseveró Almagro en su visita a la Cámara Alta.
“A todo nuevo presidente hay que abrirle una línea de crédito para que su trabajo pueda hacerse en consonancia con principios y valores fundamentales, y lo mismo debemos hacer con el presidente electo de EU”, dijo.
Luis Almagro remarcó la ventaja de que América Latina espere a ver el trabajo de Trump y que lo lleve a cabo en consonancia con los principios y valores que han animado a los países de la región.
Antes, en conferencia magistral, Almagro Lemes afirmó que al velar por la vigencia de los principios de la democracia, la OEA no debe quedarse en la posición neutral, y la definió como “una expresión progresiva de libertades del individuo, tanto en el terreno político, como económico, social y cultural”.
Manifestó que hay “avances tangibles” en materia de gobernabilidad democrática en las Américas, donde “la alternancia en el poder y la renovación de autoridades se han transformado en imperativos éticos y políticos en toda la región”.
Señaló que “los resultados que hemos tenido en los últimos tiempos nos demuestran la necesidad de seguir fortaleciendo permanentemente las dinámicas de trabajo en el sistema democrático”.
Advirtió de los riegos que tiene la democracia, y que se expresan en el debilitamiento del equilibrio entre los poderes del Estado, en las asociaciones ilícitas entre el dinero y la política.
Subrayó que en la región, la credibilidad de los sistemas democráticos “ha sido afectada por olas de escándalos relacionados con financiamiento de la política, la corrupción y el abuso del poder”.