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En la pasada Legislatura, la 62 —de septiembre de 2012 a agosto de 2015—, el coordinador y vicecoordinadores del PRD, además de sus integrantes de la Mesa Directiva y diputados, recibían mes con mes un “bono secreto” con cargo al presupuesto de la Cámara Baja, al menos de enero a agosto de 2015, último año de su gestión.

De acuerdo con documentos en poder de EL UNIVERSAL, el más beneficiado con este tipo de sobresueldos era el coordinador parlamentario, pues cobraba 200 mil pesos extras, con lo que su bolsa mensual —con sus 74 mil pesos de dieta, 45 mil de asistencia legislativa y 28 mil 772 pesos de atención ciudadana— rondaba en los 347 mil pesos al mes.

Fuentes de la pasada Legislatura detallaron que a los líderes parlamentarios también se les otorgaban vales y viáticos, por lo que los ingresos llegaban a oscilar entre los 600 mil y 800 mil pesos al mes.

La bancada del PRD en la pasada Legislatura fue coordinada en primera instancia por el actual gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, y como vicecoordinador fungía Miguel Alonso Raya. A partir del 1 de septiembre de 2014, el perredista michoacano se convirtió en presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y Miguel Alonso Raya fue designado líder de los perredistas.

En tanto, los vicecoordinadores cobraban 90 mil pesos de más, con lo que su monto mensual quedaba en aproximadamente 236 mil pesos.

Como vicecoordinadores estuvieron Carol Antonio Altamirano y Claudia Bojórquez.

Los diputados del PRD que integraban la Mesa Directiva del grupo parlamentario recibían extra 70 mil pesos bajo el concepto de “Mesa Directiva, apoyo por diputado para coordinación de área”, con lo que cobraban al menos 216 mil pesos al mes.

El resto de los diputados, de una bancada de 100 legisladores, se llevaba de forma extraordinaria 55 mil pesos al mes bajo el concepto de “apoyo por diputado para agenda legislativa”, lo que sumado a sus 74 mil pesos de dieta, 45 mil de asistencia legislativa y 28 mil 772 pesos de atención ciudadana superaban los 200 mil pesos al mes.

De acuerdo con los documentos en poder de este diario, los recursos provenían de una bolsa presupuestal no transparentada, parte de las subvenciones, que era otorgada a cada bancada, y usada de forma discrecional por cada coordinador, como se ha venido haciendo hace años.

En el caso del PRD se decidió repartir el dinero debido a la presión de las tribus; sin embargo, reconocieron que hay bancadas en las que el coordinador no distribuye el recurso y simplemente se lo queda.

Detallaron que el esquema en la actual Legislatura es el mismo.

Al respecto, el actual coordinador de la bancada de los diputados del PRD, Francisco Martínez Neri, rechazó que exista este mecanismo en su actual bancada.

“No, de ninguna manera, nadie recibe un sobresueldo, cada quien recibe lo que se acuerda cuando hay subvenciones extraordinarias y lo ordinario como la dieta y los gastos que tienen que ver con su gestión, sus pasajes, etcétera”, dijo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, informó que en la bancada han sido muy escrupulosos con la entrega de recursos y cuando ha habido aprobación de subvenciones extraordinarias han sido avaladas por la Cámara de Diputados.

“Esta Legislatura tiene una claridad en el manejo de sus finanzas, esto es que cada quien recibe lo que corresponde, cuando hay subvenciones de carácter extraordinario se someten al pleno, siempre he tenido muchísimo cuidado de que el pleno tenga conocimiento acerca de cualquier subvención que, de carácter general, determine el Comité de Administración. En este sentido puedo asegurar que he procurado ser pulcro en el manejo de recursos y no asignamos cuotas a nadie en especial”, dijo Martínez Neri.

Al preguntarle sobre el bono secreto que se otorgaban sus antecesores, dijo que no le consta, pero dijo que se deben conocer las razones, pues no es fácil justificarlo o saber si hubo autorizaciones.

Dinero a montones. El documento describe que la bancada del PRD tenía 100 diputados federales, y también se da a conocer que había otros “apoyos” para los diputados para comidas en reuniones, con mil 400 pesos; eventos especiales de diputados, con 300 mil pesos, y para celulares, con 2 mil pesos.

Para “asesorías apoyo para Secretaría”, la bancada recibía mensualmente 719 mil 340 pesos, que divididos entre sólo 19 diputados, les permitía recibir 37 mil 860 pesos cada mes.

Además, también existía una bolsa de 50 mil pesos para “apoyo de movimientos sociales, organizaciones sociales y diversos”, así como bolsas de 50 mil pesos para “gastos menores”, y de una cantidad similar para la llamada “caja chica”.

Impasse por bono. Sobre la recepción del “bono secreto”, del cual EL UNIVERSAL informó el pasado jueves 1 de diciembre, y que asciende a 150 mil pesos, que junto con los 357 mil pesos que recibirán por ley permitirá a los diputados cobrar una bolsa de 507 mil pesos este mes, hasta ayer las bancadas seguían esperando consultarlo con sus diputados.

De acuerdo con integrantes de las distintas fracciones, esperarán a que el Comité de Administración tome una definición.

Una vez con el acuerdo, cada coordinador consultará con sus diputados si se acepta o no el “bono secreto”. Las bancadas de Movimiento Ciudadano y Morena adelantaron que lo van a rechazar.

Martínez Neri, presidente de la Junta de Coordinación Política, dijo que hasta ayer no había acuerdo para repartir el dinero, lo que esperan definir entre hoy y mañana. “Seguramente en el transcurso de hoy y mañana estaríamos acordando los términos”, dijo.

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