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La segunda etapa del quinto Congreso Nacional Indígena (CNI), en el que están representados los 66 pueblos originarios de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), inició este jueves, con el objetivo de elegir a la candidata independiente para el proceso electoral del 2018.
Los delegados llegaron este jueves y de inmediato iniciaron las reuniones privadas que se prolongarán hasta el 31 de diciembre, en la Universidad de la Tierra (Unitierra), en esta localidad.
De acuerdo al programa de actividades, los delegados llevarán a cabo este viernes, la discusión para instalar la segunda etapa del quinto Congreso.
Después procederán a informar de los resultados de la consulta interna, bajo la responsabilidad de una comisión, para proseguir con una evaluación en mesas de trabajo que serán a puerta cerrada.
El sábado los delegados continuarán con los trabajos privados en las instalaciones de la Unitierra.
Será hasta el 1 de enero del 2017, el CNI y el EZLN están en la disposición de dar a conocer el nombre de la candidata.
En octubre pasado el CNI y el EZLN anunciaron postular a una mujer como candidata independiente al proceso electoral del 2018.
“Este Quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de nuestros pueblos para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción”.
Dijeron que “ante todo lo anterior, nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto CNI para nombrar un concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el EZLN en el proceso electoral del año 2018 para la presidencia de este país”.
“Ratificamos que nuestra lucha no es por el poder, no lo buscamos; sino que llamaremos a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, es decir en la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio. De construir la paz y la justicia rehilándonos desde abajo, desde donde somos lo que somos”.
El EZLN y el CNI dijeron que “es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor”.