El senador estadounidense John McCain aseguró que cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) provocaría una crisis financiera para el estado que representa, Arizona, y para México.
En conferencia de prensa, el legislador del Partido Republicano consideró que la relación entre su país y el nuestro es más fuerte que nunca, puesto que México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, con un comercio diario de mil 600 millones de dólares.
“Debe revisarse de manera integral pero me parece que ha sido un éxito rotundo. Cuando el TLCAN entró en vigor, el comercio entre los tres países –México, Estados Unidos y Canadá– creció. Estoy abierto a sugerencias de México y de Estados Unidos, si tiene que cambiarse o mejorarse. De momento, yo no podría abogar por cambios significativos” aseveró.
“Desde el punto de vista de Arizona, México es nuestro socio comercial número uno. Si canceláramos el TLCAN, Arizona y México entrarían en una recesión muy profunda; literalmente hay miles de empleos en mi estado que están relacionados con el TLCAN” explicó.
Ante las pretensiones del presidente electo de su país, Donald Trump, de que Estados Unidos se salga del TLCAN o lo renegocie con condiciones de ventaja para esa nación, mencionó que el Tratado debe revisarse, sí, pero para hacerlo más fuerte.
“Nuestra relación con México es cultural, económica, comercial y desde mi punto de vista es inquebrantable. Si el TLCAN tuviese que revisarse, yo diría que hay que fortalecerlo y es conducente después de todos los años que han pasado. Sin embargo, creo que nuestra relación no puede ni debe debilitarse” añadió.
El senador estadounidense dijo que en el tema fronterizo, ambos países deben incrementar la vigilancia en los dos lados de la frontera para reducir el tránsito de migrantes indocumentados a Estados Unidos. Para hacerlo no es necesario establecer una mayor cantidad de agentes migratorios, sino fortalecer la frontera con tecnología, como más drones y cámaras.
En cuanto a la reforma migratoria, señaló que deben seguirse los esfuerzos para ofrecer caminos para que las personas que viven allá en una situación irregular puedan obtener su ciudadanía; en específico, mencionó que Estados Unidos no debe deportar a los jóvenes “dreamers” que son aquellos que llegaron a su país siendo menores de edad, y crecieron allá.
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