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A partir de hoy los más de 190 países integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunirán para intensificar los esfuerzos para detener la pérdida de biodiversidad y proteger los ecosistemas en los que se basa la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la salud de miles de millones de personas.
Durante la Décimo Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP13), que se llevará a cabo en Cancún, Quintana Roo, del 2 al 17 de diciembre, los signatarios del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) darán inicio a dos semanas de negociaciones en las que se considerarán datos e informes que demuestran que alrededor de dos tercios de las Metas Mundiales de Biodiversidad de Aichi no serán alcanzadas en 2020, lo que tendrá graves repercusiones para el bienestar humano.
Las Metas de Aichi señalan acciones para proteger y utilizar de manera sostenible la biodiversidad en el planeta; abordan temas entre los que destacan la pérdida de los hábitats naturales, la agricultura sostenible y la disminución de las poblaciones de peces. También se señala el acceso y el reparto equitativo de los beneficios del uso de los recursos genéticos, así como el conocimiento indígena y la conciencia de los valores de la biodiversidad.
Alcanzar las Metas de Aichi es indispensable para avanzar en los propósitos de otras dos agendas globales históricas acordadas el año pasado: los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre cambio climático.
En esta conferencia participarán más de 120 ministros de medio ambiente, así como de los sectores agrícola, forestal, pesquero y turístico, quienes examinarán la incorporación de la diversidad biológica en sus actividades y la alineación de sus políticas públicas y programas sectoriales con los del sector medioambiental.
“Si vamos a salvar la biodiversidad, necesitamos trabajar con estos sectores que dependen de la biodiversidad y cuyas actividades tienen un impacto considerable sobre la variedad de formas de vida que existen en nuestro planeta”, señaló Braulio Ferreira de Souza Dias, secretario ejecutivo del CDB.
Aseguró que “la agricultura, el forestal, la pesca y el turismo son sectores muy importantes, cuyas actividades deben tener en cuenta acciones para la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible [de recursos] de una manera coherente”.
Erik Solheim, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó que los gobiernos han hecho ambiciosos compromisos para alcanzar las Metas de Aichi, pero deben estar respaldados por acciones nacionales, “si no se aseguran de que los objetivos nacionales se establezcan y alcancen, su trabajo estará a medio hacer”, dijo.
Robert Watson, presidente de la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, afirmó que “las Metas de Aichi deben ser alcanzadas, porque la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas son fundamentales para el bienestar humano.
“La continua pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios ambientales socavará nuestra capacidad para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular aquellos relacionados con la mitigación de la pobreza, la salud humana, así como la seguridad alimentaria y de agua”, añadió.
En la reunión se examinarán los progresos realizados en la aplicación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, el logro de las Metas de Aichi y los medios relacionados con su implementación. También se identificarán cuáles son las acciones que se necesitan para cumplir con las metas a nivel nacional.
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, destacó que “México está firmemente comprometido con la meta 11 de Aichi, la que esperamos cumplir de manera anticipada, pues estamos haciendo todos los esfuerzos para que en 2018, 17% de las zonas terrestres, así como 10% de las zonas marítimas y costeras de México, se encuentren bajo protección”.
La agenda que propone México como país sede de la COP13 es un llamado para que los países incorporen criterios de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica en los planes, programas y políticas sectoriales o intersectoriales pertinentes, un proceso que se ha denominado “integración de la biodiversidad”.
La agricultura, la silvicultura, la pesca y el turismo, que formarán parte de la conferencia, dependen en gran medida de la biodiversidad y de ecosistemas saludables; sin embargo, también tienen un impacto muy negativo sobre ellos. La incorporación de la diversidad biológica en estos sectores es esencial para asegurar una viabilidad económica sostenible y para detener la pérdida de la naturaleza.