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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
El alcalde de Austin, Texas, Steve Adler, y la Cancillería mexicana propusieron un encuentro de acercamiento con ediles y funcionarios electos de Estados Unidos, en la cual el gobierno mexicano exponga su postura sobre la migración, de qué manera poder colaborar, y las acciones que realiza, señaló el cónsul general de México en esa ciudad, Carlos González Gutiérrez.
En entrevista con EL UNIVERSAL, recordó que el sistema político de Estados Unidos es de pesos y contrapesos, y en el contexto actual es indispensable mantener y fortalecer la relación con las autoridades locales, como los alcaldes y concejales de los diferentes condados estadounidenses, puesto que son las autoridades más cercanas a la comunidad inmigrante.
Es importante mantener buenas relaciones con ciudades como Austin, que se considera amigable para los migrantes, y que ha establecido políticas como servicios médicos básicos y de urgencias para todos los residentes, independientemente de su estatus migratorio.
Aunque no existe una definición precisa de lo que son las ciudades santuario, este término se ha popularizado para referirse a las ciudades y condados que han decidido limitar el cumplimiento de las solicitudes del Departamento de Seguridad Interna para detener a los migrantes días adicionales a sus condenas o de notificar a las autoridades migratorias en caso de que la persona detenida no tenga un estatus regular.
Son alrededor de 326 condados y 32 ciudades de Estados Unidos las que cuentan con estas políticas, además de Washington, DC. Estados como Maine, Oregon y Alaska cuentan con una legislación estatal relacionada con limitar la colaboración de las autoridades locales con las agencias de control migratorio.
¿Cuál es la experiencia en la implementación de las 11 medidas del gobierno mexicano para proteger a los inmigrantes?
—Estamos enfocados en esto. El martes arreglamos una reunión entre la canciller [Claudia Ruiz Massieu] y el alcalde de Austin, Steve Addler, en la que pudieron conversar sobre la situación de los inmigrantes mexicanos y qué podemos hacer para acercarlos a la Cancillería, a los consulados y a los funcionarios electos locales. Muchas veces perdemos de vista que el gobierno de Estados Unidos es de pesos y contrapesos, uno de estos contrapesos es el gobierno federal frente a la jurisdicción de los estados que también tienen su peso.
¿Es parte del trabajo que no se ve?
—Mucho de nuestro trabajo tiene que ver con las autoridades que están más cerca de los inmigrantes o las comunidades: los alcaldes y los concejales. En el encuentro del martes platicamos sobre la posibilidad de hacer una reunión con ediles y concejales que fuera convocada por Adler y a la cual pudieran asistir funcionarios de la Cancillería para intercambiar puntos de vista, que conozcan cuáles son nuestras acciones , que conozcan cuáles son nuestras posiciones y ver en qué podemos ayudar. Yo me atrevería a decir que la gran mayoría de los funcionarios electos en Estados Unidos, aun los que no son de origen latino, tienen un acercamiento muy pragmático a la cuestión migratoria.
¿Pragmático en qué sentido?
—Su preocupación principal es encontrar soluciones a la problemática de los migrantes. No están tan ideologizados ni tan metidos en este juego que se ve en las campañas nacionales. Saben que tienen problemas y que hay que encontrarles solución, que ayudar a integrar a los inmigrantes será lo mejor.
¿Cuál es la importancia de esta reunión?
—Los concejales y el alcalde son los más cercanos a la comunidad, muchas veces sus decisiones tienen un mayor impacto en la calidad de vida de los inmigrantes mexicanos. En Austin, por ejemplo, todo el mundo tiene acceso a los servicios médicos del condado: toda persona, independientemente de su estatus migratorio, que pruebe que reside en el condado, tiene acceso a servicios de emergencia o servicios médicos básicos proporcionados por el condado de forma gratuita o casi gratuita.
¿Qué temas se abordaron en la reunión?
—Platicamos sobre la Casa México, que abrirá sus puertas en el Festival South by Southwest, el cual desde hace 30 años tiene lugar en Austin y se ha convertido en uno de los principales foros para las industrias interactivas, la música y el cine. Estamos tratando de llevar una fuerte presencia mexicana.
¿De qué trata el proyecto Casa México?
—Es un proyecto de la Cancillería que involucra a Proméxico, al INADEM, al Consejo de Promoción Turística, al Tec de Monterrey y la Asociación de Empresarios Mexicanos. Es un esfuerzo de la iniciativa privada y el sector público para mostrar a México como lo que es: un nodo de innovación y desarrollo tecnológico. Esa parte de México: el país innovador, de alto contenido tecnológico, muchas veces se desconoce en Estados Unidos.
¿Cuál es la situación que se vive en Austin, Texas, para los migrantes mexicanos?
—Es una ciudad tradicionalmente muy liberal, universitaria y sede del campus más grande de la Universidad de Texas. Le llaman el Sillicon Valley de Texas [porque] hay muchas empresas de alta tecnología e innovación llamadas startups. En el contexto texano, es una ciudad plural que tiende a dar la bienvenida a los migrantes.
¿Es necesario dar a conocer a México más allá del prejuicio que se ha creado?
—Es fundamental que continuemos llevando el mensaje sobre la necesidad de aquilatar la contribución de los migrantes a la sociedad estadounidense, que ayudemos a nuestros amigos en Estados Unidos a darse cabal cuenta del completo divorcio que hay entre la retórica anti inmigrante y la realidad. En Texas, ocho de cada 10 trabajadores de la construcción son extranjeros y 80% de ellos son mexicanos.
¿Cuál es el ambiente entre los migrantes?
—Hay incertidumbre, pasaron las elecciones y como resultado hay gente preocupada. Toda elección genera polarización. Nuestra posición como gobierno no es responder la retórica de la campaña. Estamos enfocados en mantenernos cerca de la comunidad y hacerle llegar información segura y fidedigna para que puedan tomar las mejores decisiones. El nuevo presidente de Estados Unidos toma posesión hasta el 20 de enero, conviene esperar hasta entonces.