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Para algunos de los presidenciables la temperatura de la contienda se mantiene al máximo. Por momentos la lucha es sórdida, pero la batalla mantiene vivos hasta a los más reacios a exhibir sus intenciones.
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, intentó entrar discretamente por la vía de mensajes en redes sociales, pero la crítica lo obligó a retirarlos. Aunque se comporta neutral, el hidalguense mantiene los hilos de la operación política, y plantea más coordinación entre Federación y estados en seguridad.
Cualquiera podría pensar que la visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, decapitó la aspiración no expuesta de Luis Videgaray, quien tras renunciar a la Secretaría de Hacienda quedó fuera del reflector. Pero, ¿en realidad está ausente? La canciller Claudia Ruiz Massieu, también damnificada por la visita del magnate estadounidense, salió bien librada de su comparecencia en el Senado, en la que advirtió: Es imprevisible el resultado de la elección del 8 de noviembre en Estados Unidos. Si gana Hillary Clinton, ella se colocará una estrella.
Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, mantiene su dedicación en su oficina. Nada parece distraerla.
En el ámbito educativo, el secretario Aurelio Nuño parece haber superado la tormenta magisterial. No se oye nada de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y por lo pronto navega sin salvavidas en mares procelosos. El presidente Enrique Peña Nieto, por ejemplo, defendió la reforma educativa, ante jefes de Estado de Iberoamérica.
José Antonio Meade, en la Secretaría de Hacienda, es visto con respeto por tirios y troyanos. Está en plena negociación del paquete económico en el Congreso y en ascuas por el resultado de la elección en Estados Unidos, pues de cualquier forma el impacto será demoledor.
El ex gobernador de Querétaro y titular de la Sagarpa, José Calzada Rovirosa, tampoco sufre de altas temperaturas; lo mismo que el ex rector de la UNAM y secretario de Salud, José Narro, quien sigue en lo suyo y alistando parque para enfrentar la temporada de fríos en el país.
El ámbito partidista es una auténtica hornaza. Margarita Zavala alista la publicación de su libro Margarita. Mi historia. Aunque una afección en un ojo la sacó de circulación por unas semanas, no bajó la guardia y en un debate con Carlos Loret de Mola, en Televisa, unió fuerzas con Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, para demandar a Ricardo Anaya que se defina y no abuse de su posición como dirigente del PAN.
Moreno Valle recorre el país de manera silenciosa para reunirse con el panismo, aunque el Tribunal Electoral le puso un “estate quieto” porque tiene el país inundado de espectaculares con su rostro, bajo el disfraz de portada de revista. No ha dicho ni pío, pero el calorcito le quema la piel.
Pero quien de plano ya no sabe qué hacer es Ricardo Anaya Cortés, debido a que se difundieron datos de cómo lleva una doble vida y que su familia en Atlanta de plano la pasa muy bien, con enormes gastos. Aunque él dice que como buen contador, todo cuadra en su estado financiero, en las redes sociales y en el ámbito político simplemente no convenció al respetable. El fuego es más que intenso para el líder panista.
Andrés Manuel López Obrador (Morena) vio venírsele encima todo el peso del presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, y del mismo Anaya. Ambos en los spots oficiales lo retaron a debatir. Sin embargo, fiel a su dedito, el tabasqueño les dijo que no, que mejor otro día, pero “con su titiritero y jefe de la mafia”, el ex presidente Carlos Salinas. Además, el diario The Wall Street Journal le exhibió presuntas irregularidades en sus declaraciones patrimoniales, lo que le dolió al grado que los demandó por daño moral.
Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se percató que debía cambiar de estrategia y por eso se fue duro contra el gobierno federal porque le quieren recortar los recursos para la capital. En términos declarativos, ahora se mantiene firme ante el gobierno federal.
Eruviel Ávila, gobernador del estado de México, ha visto recrudecer la violencia en esa entidad. La aparición de justicieros que matan a asaltantes mantiene en jaque al mexiquense.
Manlio Fabio Beltrones, el ex presidente del PRI, dejó el ostracismo. Reapareció en Sonora en la presentación de un libro y luego en la Ciudad de México en —sí, así fue— un foro organizado por perredistas a quienes encabeza Guadalupe Acosta Naranjo en la corriente Galileos. Esta semana Beltrones además se estrena como comentarista de la nueva cadena de televisión para hablar sobre la elección en Estados Unidos.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido, tampoco deja de sentir las altas temperaturas. Tiene muchas dificultades en la entidad que gobierna. Organizaciones sociales no le dan tregua denunciando la inseguridad rampante que él, por supuesto, rechaza que sea tan grave.
Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, gobernador de Nuevo León, sigue justificando por qué no procede contra su antecesor Rodrigo Medina, quien continúa sin la amenaza de la cárcel. Pedro Ferriz, quien sin aparecer en los medios tradicionales, día a día es leído por miles de personas quienes ven sus comentarios en Periscope.
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