Más Información
Anuncian instalación de 25 albergues en la frontera con EU por amenaza de deportación masiva; Rosa Icela dialoga con gobernadores
Tras denuncias en Infonavit, revelan fraude en Yucatán; resurge caso del Cártel Inmobiliario de los Mañé
Ya extinto el Inai, pide garantizar acceso a la información; reitera intención de participar en diseño de nuevo modelo
CNDH rechaza que exista militarización en el país; participación de Fuerzas Armadas construye paz, argumenta
Publican decreto en el DOF que desaparece a 7 organismos autónomos; Inai, IFT, Coneval, Cofece, entre otros
Tras nota de EL UNIVERSAL, Senado va por regular venta de drones; darán 40 años a quien los utilice como arma
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
La violencia es uno de los retos que enfrenta la niñez, puesto que en los últimos cinco años alrededor de cuatro niños murieron por homicidio cada día entre los años 2010 y 2015, mientras que 40% de entre 10 y 17 años reportan haber sido víctimas de violencia en la escuela, por lo que se debe trabajar en la prevención de este problema, afirmó Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Skoog destacó que 54% de los niños en México viven en condiciones de pobreza, mientras que 11% se encuentra en pobreza extrema, por lo que se trata de un “círculo vicioso de pobreza” que debe romperse mediante al acceso de todos los menores a una educación de calidad, a fin de convertirlos en ciudadanos “respetuosos del Estado de derecho”, que contribuyan al desarrollo económico y social del país.
Resaltó que el rostro de la pobreza en México es de “niñas indígenas en zonas rurales”, por lo que se tiene que garantizar el acceso de ellas a la educación, porque “no es aceptable” el que una familia elija mandar al hijo varón a la escuela en lugar de la niña.
Sobre el embarazo adolescente planteó que se deben generar mayores programas para la prevención de éste y para garantizar que las jóvenes madres no abandonen sus estudios.
El representante de UNICEF en México afirmó que invertir en la niñez es muy redituable porque es una manera de asegurar el acceso de todos los menores, incluso de aquellos en situación de vulnerabilidad, a la educación, salud y servicios básicos.
Enfatizó que invertir en la educación de los niños y adolescentes es una manera de abonar a la prevención de la violencia, puesto que es más “costo efectivo” destinar recursos a la prevención de este problema que atender sus consecuencias.
Ante el panorama de desaceleración económica que prevalece en la región de América Latina y el Caribe pidió analizar los programas sociales que han tenido un buen impacto entre la población para priorizarlos en el gasto público; comentó que en México hay 40 millones de menores de 18 años, mientras que el total de la población es de más de 120 millones, por lo que destinar un tercio del gasto sería “lo adecuado” para el desarrollo de este sector: “Es fundamental seguir invirtiendo en la niñez, para tener el rendimiento económico en el mediano plazo, porque estamos preparando a una población que será económicamente activa”.
¿Cuáles serían los mayores retos que enfrenta la niñez actualmente en el país?
—La violencia es muy alta, yo vengo de Guatemala y era más alta allá; aquí en los últimos cinco años ha habido cuatro niños y niñas muertos por homicidio cada día, esto no es aceptable.
El que 40% de niños entre 10 y 17 años reportan haber sido víctimas de algún tipo de violencia en la escuela no es aceptable, por lo que tenemos que dar respuestas, seguir bajando la impunidad por estos hechos.
Es mucho más costo efectivo trabajar en la prevención, asegurar que todos vayan a la escuela y México está liderando una alianza global para poner punto final a la violencia contra niñas, junto con Indonesia, Tanzania, para compartir experiencias, promover buenas prácticas, iniciativas y sobre todo prevención de la violencia.
Hay muchos retos, pero sí tenemos una oportunidad maravillosa en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que crea un sistema nacional para proteger sus derechos y asignar roles específicos por cada institución que forma parte de este sistema. Hay que darles presupuesto, promover la implementación de recursos humanos y financieros para que tengan un estándar mínimo de recursos para operar e implementar el sistema.
En materia de pobreza, ¿cómo estamos en México?
—Hablamos de 54% de niños que viven en pobreza , mas 11% en pobreza extrema, hay que salir de este círculo vicioso de pobreza a través de la educación de calidad, para que los niños aprendan a ser ciudadanos de provecho, respetuosos del Estado de derecho y puedan contribuir a mejorar sus vidas, a desarrollarse, romper el círculo de la pobreza.
Para mí el sector fundamental es la educación y muchas veces una persona bien educada toma mejor sus decisiones, pero si no tenemos educación, la información necesaria, es difícil salir de estos círculos viciosos o de vivir en vulnerabilidad.
¿Las niñas todavía son un sector vulnerable?
—La cara de la pobreza de la infancia en México tiene cara de niña indígena en zonas rurales, tenemos que dar las mismas oportunidades a las niñas, hay que hacer obligatoria la educación.
La responsabilidad del Estado es ofrecer educación de calidad a todos y no es aceptable que alguien se quede fuera y sobre todo las niñas. Si hay que elegir en una familia pobre entre los hijos, no debe ser, no debe ser responsabilidad de la familia escoger entre un niño y niña.
En la sociedad hay desigualdad de género y siempre estamos dando más oportunidad a los niños, hay que tratar de cambiar el comportamiento, el discurso de los hombres, no es aceptable que las niñas no tengan las mismas oportunidades que ellos.
Hay 4 millones de niños fuera de la escuela, hay 600 mil niños en riesgo de salir prematuramente de la escuela, hay programas y tenemos que fortalecer estos programas, identificar estos niños en riesgo y con atención especial a las niñas.
Tenemos en el país un incremento de embarazos de adolescentes, ¿qué se podría hacer para revertir esta situación?
—Hay que tener más programas para evitar los embarazos en adolescentes, prevención de violencia, muchas veces hablamos de violaciones, debe ser obligatorio que niñas y mujeres tengan la información adecuada para tomar mejores decisiones y podamos prevenir muchos embarazos. Hay que trabajar en este sentido en las comunidades para discutir su contexto; cuáles son los obstáculos o factores de riesgo.
Pero también si encontramos niñas embarazadas hay que tener programas para asegurar que pueden continuar su educación. Muchas veces la niña es víctima de violación, hay que evitar la doble victimización, en muchas ocasiones el victimario camina con la cabeza arriba y es el victimario quien debe ser perseguido y denunciado, hay que trabajar en varios aspectos.
¿Considera que debería ser mayor el presupuesto destinado a la atención de la infancia?
—México tiene buena experiencia, está a la vanguardia en la inversión en la niñez, pero falta en la calidad, tenemos buenas experiencias en los programas sociales. Si tenemos un buen programa social, que funciona, hay que priorizarlo en el gasto, que no sean como dos procesos separados, hay que juntar a los actores clave, quienes saben lo que funciona para definir el presupuesto, eso es importante.
En México y toda la región de América Latina hay una desaceleración económica, por ello hay que analizar bien los programas, el impacto que tienen.
En situaciones de austeridad, es fundamental seguir invirtiendo en la niñez, si no es imposible aumentar el rendimiento económico en el mediano plazo, porque se está preparando a una población que será económicamente activa, sino sería como una oportunidad perdida.
¿Cuál sería el presupuesto adecuado para este tema?
Tenemos 40 millones de niños, en el país, menores de 18 años. Una población total de 120 mil, entonces un tercio del presupuesto debe ser para los niños, ese es el mínimo.
Hay todo un esfuerzo en este país para promover buenas prácticas y hablar de que la prevención de la violencia cuesta menos que responder a ésta. Invertir en la educación es como una forma de prevención.
Ciudadanos y niños bien educados toman mejores decisiones, por su bienestar y por los demás, hay una relación en casi todos los hábitos entre el nivel de educación de la madre y su ingreso, el futuro de los niños, el estado de salud, nutrición y educación. Hay que invertir en educación para que todos puedan tomar mejores decisiones y dar mejores oportunidades a todos.