Las bancadas en el Senado de PRI, PAN, PRD y PVEM se pronunciaron a favor de la unidad de los poderes y de los sectores de la sociedad mexicana para hacer frente a los retos que plantea Donald Trump, como próximo presidente de Estados Unidos.

Sin embargo, contrastaron por sus divergencias: Mientras que el PRI, por conducto de Teófilo Torres Corzo, convocó a cerrar filas en torno al presidente Enrique Peña Nieto, el PRD y el PAN demandaron que el Ejecutivo federal asuma decisiones como hombre de Estado, que no lo ha sido en los últimos años, dijo el panista Juan Carlos Romero Hicks, y el perredista Miguel Barbosa Huerta, al urgir una política exterior de Estado, lamentó que en la sociedad prevalezca el agravio y la incertidumbre, y en el presidente “no sabemos por qué prevalece el optimismo”.

Debe responderse con dignificar  y con acciones claras y la primera es la defensa de los mexicanos en Estados Unidos, señaló Barbosa, en tanto que Romero Hicks demandó una redefinición de rumbo de las relaciones con Estados Unidos, en las que el tema de migración ser el primero.

El senador Manuel Bartlett Díaz (PT), quien describió el salón de sesiones como “desierto”, dijo “esta elección es una verdadera lección a la postura entreguista del Senado de la República, que sigue los dictados absurdos de Enrique Peña Nieto, una política que ya había seguido los gobiernos del PAN de aceptar todas las decisiones e imposiciones de Estados Unidos”.

En tribuna, Teófilo Torres Corzo exhortó a que “los mexicanos abramos un paréntesis en nuestras diferencias, y hagamos de México un país con gran futuro, y unidos y de pie hagamos que el país siga adelante”.

Dijo que “los mexicanos estamos preparados para afrontar los nuevos retos del siglo XX!”, y en este caso, “la unidad entre nosotros es fundamental para continuar en la senda del desarrollo; y es preciso cerrar filas para enfrentar juntos cualquier adversidad posible”. En nuestra historia, unidos, agregó, “hemos superado los momentos difíciles y decisivos”.

Ubicó los temas relevantes en la agenda de México ante Estados Unidos: migración, seguridad, comercio, desarrollo regional, y la cooperación y el diálogo con los estadounidenses serán fundamentales.

“A grandes retos, soluciones de Estado”, dijo el panista Juan Carlos Romero Hicks, “y para eso vamos a requerir que el Ejecutivo federal se convierta en lo que no ha sido en los últimos años, en un jefe de Estado”, del que requerimos la más amplia convocatoria a que poderes públicos y la sociedad establezcan canales de comunicación.

Lo primero es que ante el panorama que se abre con Trump en la Casa Blanca el Ejecutovo federal realice un acto de Estado, con sociedad y poderes públicos, planteó el PAN, y que se revisen los asuntos de migración, seguridad, comercio e inversión, así como la agenda de la economía sustentable.

También propuso que la cancillería informe al Senado respecto de lo que se hace en el tema de migración para defender a los connacionales; a la Secretaría de Economía debe pedírsele que informe sobre la estrategia ante un replanteamiento del TLC.

Miguel Barbosa Huerta acusó, junto con Manuel Bartlett Díaz (PT), que el Senado no ha asumir la función que le corresponde de ser órgano de control constitucional del Ejecutivo en materia de política exterior. Lamentó poco interés real en  la emergencia de los resultados de las elecciones en Estados Unidos, con un debate “informal”, y el salón de sesiones “con presencia parca de legisladores”.

Dijo: “Trump ganó, la pesadilla se hizo realidad”.  Remarcó que “no podemos permitirnos acciones de pánico que nos lleven a la parálisis o al miedo”.  Lamentó que el Senado en México parece que no le interesa y propuso a sus colegas “caminar hacia una posición muy sobria en un documento, después una estrategia a desarrollar por el Senado”. Señaló que lo importante para México, “será una redefinición pronta de nuestra política exterior con Estados Unidos y con el resto del mundo”.

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