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Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena, consideró que hay un acuerdo en el PRI y el PAN, para sólo castigar a “dos chivos expiatorios”: los ex gobernadores panista de Sonora, Guillermo Padrés y priísta de Veracruz, Javier Duarte.
Señaló que ambos ex gobernadores tienen que ser juzgados, y es mejor que se entregue Duarte, que no ande huyendo, que dé la cara. Pero agregó que hay muchos otros que deben ser investigados y castigados como Rodrigo Medina, ex mandatario de Nuevo León, el otro Duarte (César) ex gobernador de Chihuahua.
Igualmente, dijo, que se investigue lo de los 900 millones de pesos que autorizó Enrique Peña Nieto a Josefina Vázquez Mota para su fundación, “y que empiecen ya a hacer la investigación sobre la riqueza, La tres de tres, de Carlos Salinas de Gortari, o sea hay tema”.
Al concluir su participación en un foro del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), López Obrador, fue cuestionado asimismo si con la decisión de Padrés de entregarse a la justicia, el PAN está obligando a que el PRI haga lo mismo con Javier Duarte, el líder de Morena asentó: “pues yo creo que es un arreglo que tienen allá arriba, de sólo castigar a dos chivos expiatorios, ni modo que ya con eso la gente se vaya a conformar, están queriéndole dar atole con el dedo al pueblo de México”.
Por otra parte expresó que si el próximo gobierno de Donald Trump afecta a al pueblo de México, el presidente Peña Nieto tendrá que salir en su defensa, sea que estén en territorio nacional o de Estados Unidos.
Recalcó que de cualquier modo no estarán solos, “nosotros siempre estaremos apoyando a los migrantes”, pero sin balandronadas, de manera seria, y reiteró que fue un error el haber invitado a Donald Trump, pues no debieron meterse en la política electoral del país vecino. “Debemos ser respetuosos del principio de no intervención, para que ningún gobierno extranjero se meta en asuntos nuestros”, asentó.
Asimismo, durante su mensaje a los socios del IMEF y luego en una sesión que condujo el periodista Ricardo Raphael de la Madrid, al referirse a los posibles riesgos por para el país por el triunfo de Donald Trump, dijo López Obrador que no sería fácil aumentar el número de deportados, pues no hay que olvidar que ya con Obama fueron deportados alrededor de 500 mil trabajadores migrantes por año. Además, advirtió, habrá resistencias aquí y allá.
Consideró el dirigente de Morena, se sobredimensionó el riesgo Trump, “no se ubicó en el contexto de una campaña electoral, no es lo mismo ser candidato que ser gobernante, una cosa es obtener los votos… pero yo no actúo así yo soy consecuente”.
Ante algunas risas que se escucharon en el auditorio, agregó: “Si yo no fuese consecuente, ya sería presidente de la República, si les hubiese garantizado a los de la mafia del poder que no iba a cambiar nada, me hubieran dejado llegar, no me hubieran robado dos veces la Presidencia”.
Ante la pregunta de que hay quienes lo comparan con Trump, mientras otros dicen que sería el único que podría enfrentarlo, expuso el tabasqueño. “Tenemos autoridad moral, el frío sabe a dónde se arrima. Nosotros vamos a exigir respeto, siempre he pensado que la mejor política exterior es la política interior”.
Expresó que en caso de encabezar al gobierno nacional, “vamos a cohesionarnos, vamos a unirnos, va a haber crecimiento, empleo, bienestar, se va a acabar con la corrupción, y vamos a ser respetados en el mundo, lo que no sucede actualmente”.
Agregó, “no es lo mismo tratar con un presidente que no tiene autoridad moral, que lleva el país a una guerra absurda, que le pega a lo tonto un garrotazo al avispero del narcotráfico, que causó un millón de víctimas de la violencia, al actuar así de manera irresponsable como Felipe Calderón”, y tampoco es lo mismo un gobierno con autoridad moral como sería el suyo, que uno encabezado “por un presidente que lo descubren porque se mete en negocios apoyando a sus constructoras favoritas como Enrique Peña Nieto”.
Puntualizó que la corrupción es un tema que hay que enfrentar de manera integral, y lo principal es el ejemplo, “si el presidente es corrupto, los gobernadores van a ser corruptos. Si el presidente es honesto, ese ejemplo va a permear”.
Ricardo Raphael le comentó que en su gobierno en la Ciudad de México su ejemplo no permeó, a lo que respondió: “Lo que tiene que ver con mi conducta publica sí sirvió de ejemplo, se financió el desarrollo, porque hubo austeridad y no se permitió la corrupción”.
Aunque reconoció que hubo dos casos escandalosos de corrupción, el del ex tesorero Ponce y el de René Bejarano, pero la conducta honesta del gobierno prevaleció. Recordó que durante su gestión como jefe de gobierno, se compraron 40 trenes con 400 vagones para el metro, en 500 millones de dólares, y se ahorró el 40 por ciento en comparación con otras adquisiciones que se habían realizado en otras administraciones.
Finalmente expuso que sí se puede financiar el desarrollo del país sin aumentar impuestos y sin endeudar más al gobierno, si se corta de tajo la corrupción.