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politica@eluniversal.com.mx
El senador Roberto Gil Zuarth afirma que es urgente abrir una conversación en el PAN sobre cómo elegirán a su candidato o candidata a la Presidencia, pero sobre todo generar condiciones para que haya una competencia legítima e imparcial.
“Se dice que las reglas ya están establecidas en el estatuto, sí están, pero como alternativas, no como una sola definición. También es cierto que no podemos como partido llegar tarde al proceso, si queremos ser competitivos hacia 2018 y si no queremos reeditar lo que nos ha sucedido en otros momentos”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex presidente del Senado afirma que Acción Nacional está en la mejor posibilidad de ganar los comicios de 2018, pero alerta que lo único que puede separarlos de “recuperar” la Presidencia son sus propias acciones.
Gil Zuarth asegura que entre más pronto el blanquiazul defina sus candidaturas, con reglas claras, habrá menos tensión interna y menos riesgos de ruptura de la unidad del partido.
¿Usted compartiría la visión del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, sobre que Ricardo Anaya debe tomar una definición de si le interesa ser el jefe del partido o el candidato a la Presidencia?
—Hay que abrir esa conversación para que se sienten a la mesa los que van a dar esa charla, que deben ser los interesados, los que levanten la mano.
Sus declaraciones dejan ver que en el PAN se están peleando...
—Lo que está en la mesa es la necesidad de abrir una conversación sobre la forma en la que vamos a elegir a nuestro candidato o candidata a la Presidencia para que haya una competencia legítima.
¿Usted ve una crisis interna?
—El resultado depende de las condiciones con las que se llegue a ese resultado, que puede ser legítimo o ilegítimo, según el procedimiento utilizado. Es tan valioso el resultado final, como también el procedimiento para llegar.
Lo que hay en el partido es una intención de que empecemos a platicar entre los panistas nuestras definiciones políticas, cómo vamos a resolver el proceso de selección de nuestros candidatos, específicamente del candidato o candidata a la Presidencia y sobre todo cuándo, en qué condiciones y bajo qué reglas. Entre más pronto tengamos definiciones, reglas claras, [habrá] menos tensión interna y menos riesgos de ruptura de la unidad.
¿Más pronto es ya?
—De eso se trata la conversación, sobre procedimientos y sobre tiempos. Deberíamos escuchar a quienes aspiran a la Presidencia cuáles son sus definiciones, sus propuestas, en términos de procedimiento, de tiempos, de condiciones de equidad, incluso de otras definiciones alrededor del partido. Hay otras candidaturas en juego.
¿Quién debe convocar a este proceso? El presidente de su partido no define si va o no va.
—En un partido democrático nos convocamos todos, unos a otros. Cualquier militante del PAN puede hacer esas convocatorias. Ya han expresado algunos de nuestros liderazgos con mucho respeto la intención de abrir esta conversación, de manera comedida, no de pedir renuncias, sino de establecer las condiciones básicas de diálogo.
¿Qué condición para el diálogo?
—Es inimaginable la política sin diálogo. Tenemos que hacer política entre nosotros, militamos en este partido para hacer política. Hagamos política sobre nuestra vida interna. Evitemos tensiones, garanticemos nuestra unidad hablándonos entre nosotros.
¿Qué necesitan para recuperar la Presidencia del país?
—Son cuatro condiciones: la primera, un buen proyecto, una narrativa de país, una forma de entender a México en el mundo y de solucionar sus problemas; segundo, hacer una autocrítica sobre lo que no hemos hecho como oposición y como gobierno; en tercer lugar, una candidatura competitiva, y en cuarto lugar la unidad del partido.
¿Cuánto tiempo les durará la unidad? Vemos a los liderazgos activos, pareciera que hay una división entre el presidente nacional, Zavala y Moreno Valle?
—La unidad se construye con disposición y diálogo. Si queremos garantizar la unidad, insisto, es momento de hacer política y lo primero que hay que hacer es convocar, reunirse, dialogar, hacer planteamientos, conducirse de una forma socialmente útil.
¿Qué los haría perder la ventaja que presumen?
—Estamos en la mejor posibilidad de ganar en 2018, lo único que puede separar al PAN de recuperar la Presidencia son nuestras propias acciones, por ello es momento de poner lo mejor para sacar adelante este proyecto. Celebro que nuestro partido presente distintas alternativas a dos años de la elección.
Reflejan que están por reventar por los aires, ¿coincide?
—No exageraría las cosas. Yo creo que no estamos como el PRI en una lucha intestina; no estamos como el PRD en una lucha tribal que simplemente no tiene remedio. Ni tampoco estamos siendo diluidos con una fuerza alternativa que ya se fue. El PAN está fuerte, es una organización con 11 gobernadores en la mitad del país, con una fuerza parlamentaria absolutamente cohesionada. Somos el único partido, de hecho, que tiene distintas alternativas que presentar al país.
¿Y a las otras fuerzas?
—Hay unos [Morena] que con el que está, no les alcanza, y hay otros [PRI] que están buscando por descarte a alguno. Nosotros tenemos tres o más alternativas, y algunas que están claramente situadas en las preferencias electorales. Hay una [Margarita Zavala] que está destacando de manera muy clara en el escenario nacional y que está al frente de las encuestas en cualquier tipo de careo.
¿Cuál es el papel que tendrán sus gobernadores rumbo a 2018?
—En los estados donde se ha dado la alternancia, el partido tiene una clara obligación de gobernar bien. Tenemos el deber ético y político de dar resultados en el corto plazo. Es condición necesaria para podernos presentar en 2018 como una alternativa eficaz.
¿Gil va a levantar la mano para postularse a la Presidencia?
—Un buen político es aquel que sabe quedarse en el andén cuando las circunstancias no le son propicias, que sabe situarse en el segundo, tercero, cuarto o quinto vagón.
¿En qué vagón va Roberto Gil?
—Nuestras circunstancias no son las propicias, no son las favorables.