El dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, afirmó que el gobierno federal y la iniciativa privada no consideraron a esa central para la elaboración de la iniciativa de reforma en materia de justicia laboral, que podría comenzar a ser discutida en la Cámara de Diputados esta semana, por lo que pidió diálogo abierto para que se tomen en cuenta las aportaciones de los obreros.
En conferencia de prensa, Carlos Aceves subrayó que los sindicatos y sus dirigentes no fueron escuchados, y acepta que están preocupados por esta reforma constitucional (que desaparece las juntas de conciliación y el sistema de tripartismo).
“Estoy preocupado pero en esta semana haremos infinidad de cosas. No va a ser tan fácil que en las Cámaras pase así”, insistió.
Informó que el próximo jueves tendrá una reunión con la dirigencia del Congreso del Trabajo, para afinar la propuesta que el movimiento organizado presentará ante los senadores con respecto al tema de la justicia cotidiana en materia laboral.
Reconoció que a la CTM no le gusta la reforma en materia de justicia laboral porque la desaparición de las juntas pasan al Poder Judicial “hacen que ya no serán tripartitas porque serán tribunales judiciales. La Junta nos ayuda a tener una opinión y ya no será así (…) Estoy de acuerdo que las leyes se perfeccionen pero no estamos de acuerdo”.
Convocó al gobierno federal y al secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, para que antes de la aprobación de la reforma haya mesas de diálogo e incluso foros para discutir los cambios.
“Le pedí al presidente del CT, Abel Domínguez que citara el próximo jueves a todas las organizaciones para ver qué dicen las más 50 organizaciones del Congreso del Trabajo”.
Aceves del Olmo, expuso que continuará el diálogo con el Ejecutivo federal y los empresarios, para que sumen esfuerzos en el ánimo de que se reconozca la aportación a la paz laboral que ha dado el tripartismo y por tal razón debe permanecer en la resolución de diferendos entre patrones y trabajadores.
Por otro lado, pidió al gobierno federal a realizar todo lo que esté a su alcance para detener la escalada silenciosa de precios que se están registrando en el mercado, en los alimentos que integran la canasta básica, principalmente por la paridad del peso frente al dólar, “el cual nos ha dado en toda la torre”.
Dijo que el salario mínimo es "una pieza de museo" y que lo mejor que podría suceder al país y particularmente a los trabajadores y la economía es que ese concepto desaparezca.
“Lo mejor del salario mínimo es que no existiera”, dijo. Y reiteró que en la actualidad casi nadie lo recibe y sí, en cambio, se ha convertido en un obstáculo para el mejoramiento real del poder adquisitivo de los trabajadores, además de que es factor inflacionario.
“Y desde aquí hago un llamado a las autoridades laborales, a la Secretaría, al secretario del Trabajo, (Alfonso Navarrete), para que pongamos la cabeza fría y tomemos decisiones".
jram